Cada recibidor es único, y es precisamente esa identidad la que debemos potenciar a través de los colores, muebles o accesorios elegidos. Si tienes claro cómo es tu entrada, no te costará decidir las 5 cosas que sí y las 5 cosas que no deberías tener en ella.
En este artículo nos hemos inspirado en el Feng Shui y en su forma de entender este punto de conexión entre el exterior y el interior. Según este pensamiento milenario, pasamos del yang (donde se concentra el ruido, la luz, la actividad, la gente... es decir, la calle) al yin (donde nos espera la calma y los rincones acogedores de nuestro hogar). Tiene sentido, pues, dedicar tiempo para disponer y organizar este lugar de la casa. Hagamos limpieza de lo que no nos conviene y quedémonos con todo lo que potencia las buenas energías. No tengas miedo a probar y a buscar hasta dar con el resultado que sueñas, porque la felicidad empieza en casa, concretamente, en tu recibidor.
¿Quieres conseguir un recibidor perfecto?
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