Como parte de su trabajo y experta en orden, Vanesa Travieso, @ponorden en Instagram, se dedica a visitar casas con el fin de ayudar a las personas a transformar sus hogares y sus vidas a partir del orden y la organización. Por eso, Vanesa no exagera cuando afirma que, prácticamente en cada una de las casas a las que va de visita, en casi todas hay una silla, un sillón o un galán de noche en el dormitorio con la idea de decorar la estancia o de crear un lugar cómodo donde relajarse y sentarse a leer. Pero, ¿es realmente útil tener una silla en el lugar de descanso? Vanesa nos cuenta su opinión como experta basada en sus experiencias personales.
Por qué nunca debes poner una silla en el dormitorio
De primeras, todas pensando que es una buenísima idea colocar una silla, un sillón o un galán de noche en el dormitorio a modo decorativo o para tener un espacio donde leer, pero, ¿es de verdad una buena idea? Según la experta en orden, Vanesa Travieso, la realidad es totalmente diferente a la que nos creamos en nuestra mente en primera estancia. Nos vemos todas las noches sentadas en nuestro sillón sumergidas en un libro antes de irnos a dormir, cuando rara es la vez que nos sentamos en él.
Es más, Vanesa ha confesado que el verdadero uso que se le da a este tipo de muebles es llenarlos de ropa que nos hemos puesto una vez y que podemos reutilizar para otra ocasión pero que no está 100% limpia como para meterla en el armario junto al resto de prendas que sí están limpias, para dejar ropa que nos íbamos a poner pero que, en el último momento, decidimos cambiar de modelito, ropa nueva que todavía no hemos tenido tiempo de colgar o ropa sucia que nos resulta más fácil dejarla en la silla que meterla en la lavadora. Y la silla también sirve para acumular bolsos, cinturones y mil cosas más que ya guardaremos en su sitio. Entonces, con estas premisas en mente, ¿es realmente necesario tener una silla o un sillón en el dormitorio?
Ante esta pregunta, Vanesa confiesa que existen dos opciones. Muy probablemente no nos gusten, pero debemos elegir una de ellas sí o sí si deseamos tener el dormitorio ordenado y con un ambiente propenso al descanso nocturno:
Opción 1: Compromiso con el orden
Esta primera opción quizás sea, para muchas personas, algo más complicada de ejecutar ya que requiere de compromiso y una gran fuerza de voluntad. Básicamente, Vanesa propone mantener el orden en la silla lo máximo posible y no ir acumulando cosas sobre ella a modo montaña. Debes poner un poquito de consciencia e ir implementando pequeños hábitos de orden en tu día a día. Por ejemplo, si tienes ropa para lavar, o bien ponla en el cesto de la ropa sucia o directamente en la lavadora, las prendas que puedas volver a ponerte, dóblalas, cuélgalas y guárdalas, cuando compres algo nuevo, lávalo o cuélgalo e intenta que todos los objetos que no pertenezcan a tu lugar de descanso, estén fuera de él.
Opción 2: Despídete de tu silla
Vanesa es clara con su segunda opción. Y es que la experta en orden recomienda despedirte de tu silla si vas a usarla para acumular ropa y no vas a poner fuerza de voluntad para mantenerla libre de cosas y ordenada. En esta segunda opción, Vanesa también comenta que seamos comprometidas y que no coloquemos las cosas que solemos poner en la silla en el hueco que deja libre cuando la saquemos del dormitorio.