Paletas de sombras repetidas
Quizás la gente sabe que te gusta el maquillaje y, cada vez que es tu cumpleaños, te regalan sombras de ojos (en paletas o individuales) y tienes muchas (demasiadas). Incluso algunas repetidas. No vale la pena que guardes tantas si no las usas. Regala las que menos utilizas y las que por tonalidad tengas más repetidas.
Máscaras de pestañas que están secas
Uno de los peligros de acumular y usar varias máscaras de pestaña a la vez es que una vez las abres es fácil de que se sequen. Así que deshazte de las que estén en peor estado y quédate con las que van bien y utilizas.
Bases que te hacen parecer mulata (o muy blanca)
Siempre que compres una base de maquillaje debes asegurarte que va bien con tu tono de piel, de lo contrario, se quedará ahí en el fondo del cajón hasta que se caduque prácticamente sin usar. Asesórate bien en la tienda y haz la prueba en la muñeca o en el mentón, antes de tirar el dinero.
Lápices de ojos de tonos que no te van
Con los lápices de ojos pasa algo similar. Se pone de moda hacerse la raya azul y caes en la tentación. Lo pruebas un día y decides que las modas no están hechas para tus ojos. Así que regala los lápices de ojosde colores que no usas y tira los que ya no pintan bien o están muy desgastados.
Esmaltes de uñas que ni has estrenado
Porque ese color se puso de moda, porque te lo regalaron o venía con una revista... Tienes mil motivos para tener todos esos esmaltes de uñas. Ordena por colores todos los que tienes para verlos de un vistazo. De los más repetidos, quédate con los más nuevos. Una vez abiertos los esmaltes caducan al año. Y los que tengan colores más chillones o especiales que ni siquiera has usado, dáselos a alguien que los vaya a aprovechar.
Tu colección de brochas despeinadas
Si siempre usas la misma brocha para maquillarte ¿por qué tienes en el cajón tantas guardadas? Más de 3 son multitud para una misma función. Y no tengas piedad con las que estén más despeinadas, pinchen o se les caiga el pelo cada vez que las lavas.
Esa crema milagrosa que nunca has necesitado (y ya ha caducado)
Que si la crema milagrosa de ese súper mercado, que si una crema de noche que te rejuvenece 10 años...etc... Si tienes abiertas varias cremas a la vez y solo usas dos, el resto al año pierden propiedades. Así que lo mejor es que las tires. Ten en cuenta que, en general, los productos líquidos o en crema caducan antes que los formatos en polvo.
Potingues que no sabes ni para que sirven
Igual no eres una experta en maquillaje pero cada vez que vas a la tienda sales con un nuevo producto que luego nunca te pones (por falta de tiempo o porqué no te acuerdas de que lo tienes). Hablamos de primers para preparar la piel, fijadores de maquillaje, polvos para contornear... ¡hay tantas cosas! Por normal general lo que no hayas usado en los últimos 6 meses mejor que lo regales.
Pintalabios que parecen de los 80
Si en realidad casi nunca te pintas los labios, ¿qué haces con más de 10 en el cajón? Decide cuáles son los que más usas. Lo ideal es tener uno clásico, otro mate más sofisticado y un más fino tipo gloss. Hay quien prefiere uno tipo crema o también están de moda los tintes labiales. Ten solo los de colores que usas y te gustan lo que no van fuera.
Gadgets que nunca usas (peine de cejas, rizador de pestañas...)
Aunque no son maquillaje 100% si están muy relacionados con él. Si tienes mil gadgets para que tu maquillaje sea de profesional pero ni los usas ni te acuerdas que los tienes te están quitando un espacio muy valiosos. Quédate solo con los imprescindibles y el resto regálalos.
Iluminador que ya no ilumina
O cualquier producto que haya perdido propiedades y no cumpla con su propósito. El objetivo de un iluminador, por ejemplo, es dar luz a zonas localizadas en el rostro para esculpir sus proporciones. Si la luz ya no habita en él, mejor que lo tires.