Después de planchar la ropa, la siguiente tarea doméstica que más cuesta hacer es poner la lavadora. Y es que, aunque hacer la colada parezca algo fácil, no lo es tanto porque, como te descuides o hagas algo mal, la ropa puede salir en peor estado, mucho más sucia y mucho más maloliente de cuando la metiste a lavar en un principio.
Si estás cansada de sacar las prendas de la lavadora después del lavado y que estas no estén completamente limpias, muy probablemente esto te esté ocurriendo porque llevas toda tu vida poniendo mal la lavadora. Para que no te pase más, Begoña de La Ordenatriz nos ha contado cuáles son los 3 errores más comunes que cometemos a la hora de lavar la ropa en la lavadora. Verás que, en cuanto dejes de hacerlos, tu ropa siempre saldrá limpia, reluciente y con buenísimo olor.
Los 3 errores más comunes
Begoña Pérez es organizadora profesional y lleva muchos años ayudándonos con las tareas de limpieza y orden del hogar desde su perfil social @la_ordenatriz. Además, para hacernos la vida, el triple de fácil, también ha publicado dos libros, el último de ellos lanzado a principios de septiembre bajo el título "Los trucos de La Ordenatriz". De entre todos sus trucos y consejos, en esta ocasión nos ha revelado cuáles son los 3 errores más comunes a la hora de poner la lavadora:
1. Cargar demasiado la lavadora
Según La Ordenatriz, uno de los errores más comunes es sobrecargar la lavadora. Y es que, cuando la lavadora está demasiado llena, no solo afecta a la calidad del lavado, sino que también podría dañarse el aparato, ya que el tambor ejercería demasiada presión sobre el eje y causaría fugas de grasa que terminan manchando la ropa. Además, el motor de la lavadora se desgastaría más rápido, afectando su rendimiento y reduciendo su vida útil.
Bego recomienda que, para que el lavado sea efectivo y la ropa salga completamente limpia, debemos dejar un espacio equivalente a un palmo entre la ropa y la parte superior del tambor para que los tejidos puedan moverse bien y frotarse entre sí, puedan realizar una limpieza profunda.
2. Poner ciclos de lavado demasiado cortos
Otro error frecuente al poner la lavadora es programar ciclos de lavado demasiado cortos con la intención de ahorrar electricidad o tiempo. Aunque los ciclos más cortos son tentadores, no siempre son adecuados y las prendas podrían salir sucias, lo que llevaría a repetir el lavado y, como consecuencia, consumir aún más tiempo y energía.
Estos programas de lavado cortos suelen ser inferiores a 90 minutos, tiempo insuficiente para lavar en condiciones, por ejemplo, prendas de algodón o de materiales sintéticos. En su caso, estos dos tejidos requieren ciclos más largos, de al menos dos horas, para eliminar completamente la suciedad y los olores. Solo las prendas delicadas, como lana, seda o ropa deportiva, están diseñadas para ciclos de lavado más breves.
3. No tener perfectamente limpia la lavadora
Por último, La Ordenatriz señala que no podemos dejar a un lado la propia limpieza de la lavadora. Sí, la lavadora necesita de una serie de cuidados regulares para poder funcionar de manera óptima. Y es que, si no la limpiamos, la acumulación de suciedad en el filtro, las gomas de la puerta y el cajetín del detergente, podría generar malos olores, causar que la ropa no salga completamente limpia y acortar la vida útil del aparato.
Aunque la frecuencia de limpieza puede variar según el uso que le demos a la lavadora, es importantísimo no olvidarnos de revisar y limpiar estos elementos con regularidad para mantener tanto la lavadora como la ropa en buen estado.