"No hay mal tiempo, sino ropa inadecuada" sostiene un proverbio noruego. La periodista Claudina Navarro comparte algunos consejos con los que calentarás tu casa sin gas ni electricidad, lo que conllevará un ahorro en las facturas. Abrigarás tu hogar, ¡y ahorrarás!
Alíate con las telas y abriga más tu casa
Una manera de calentar la casa sin gas ni electricidad es mediante telas y textiles: toda la vida se ha vestido la casa con ellos para afrontar el frío del otoño e invierno. Además, los textiles son fantásticos para actualizar las zonas del hogar sin tener que invertir demasiado dinero. En invierno solemos dejarlos un poco de lado, pero en esta época son exactamente lo que necesitas para ahorrar energía y abusar menos de la calefacción.
1. Alfombras
Hacen hogar, su aspecto es cálido y son decorativas. Las de lana y pelo largo son las campeonas del aislamiento y el calor. Las de coco, algas, yute o sisal son buenas alternativas para los alérgicos.
Un consejo: evita las que tienen látex antideslizante en la parte inferior porque se fabrican con adhesivos químicos irritantes. El único 'pero' de las alfombras es que para que no se conviertan en un problema por la acumulación de polvo debes aspirarlas con frecuencia.
2. Cortinas
El calor se escapa sobre todo por las ventanas. Una manera de evitarlo es vestirlas con unas cortinas de tejido grueso, como terciopelo o lino rústico. Además de abrigar las ventanas, son elegantes y confortables. Acuérdate de abrir las cortinas cuando el sol incida en las ventanas, así calentarás gratis. Ten en cuenta que para ventilar basta con abrir las ventanas 10 minutos al día.
También puedes encontrar cortinas térmicas que están confeccionadas con tejidos aislantes que protegen el interior del traspaso de frío en invierno (y de calor en verano, por lo que también son ideales para ahorrar con el aire acondicionado). Las hay que vienen con un forro térmico que se puede quitar y poner cómodamente.
3. Ropa de cama
No hay nada más saludable que sentirte arropado y caliente en la cama. Pero para ello necesitas telas agradables al tacto. Las fibras acrílicas también tienen un tacto suave, pero acumulan mucha electricidad estática y no transpiran. Apuesta mejor por sábanas y fundas nórdicas de franela de lana o algodón. Son las más adecuadas porque transpiran mucho mejor que las sintéticas.
En cuanto a los edredones y mantas, los hay de fibras naturales para personas con alergias. La iluminación también influye: los puntos de luz suave y de tonalidad amarilla, como las velas, crean una atmósfera aún más cálida.
4. Accesorios
Los textiles abrigan la casa y aumentan la sensación de confort. Alfombras, cortinas tupidas, cojines y plaids te ayudarán a crear un ambiente más cálido. Los tonos rojos, marrones, ocres y beiges dan calor con solo verlos. Además, usándolos, ¡ahorrarás en tu factura de la luz!
No dejes que el frío se cuele en casa
¿Qué sentido tiene esforzarnos en calentar la casa si dejamos que el frío se cuele? Descubre los lugares por donde se escapa el calor de tu casa con un sencillo truco: cierra puertas y ventanas y ármate con una vela. Donde tiemble la llama, tienes un escape. Las filtraciones más frecuentes se localizan en la puerta de entrada (puedes colocar un perfil específico), las cajas de las persianas y los marcos de las ventanas.
Medidas aislantes
Los burletes adhesivos de silicona o de caucho (más duraderos que los de espuma sintética) son muy eficaces en las ventanas. Si descubres rendijas a su alrededor, cúbrelas con masilla o silicona. Baja las persianas en cuanto el sol se ponga, y prepárate para disfrutar de todo el calor y bienestar que te puede ofrecer tu casa. Con estas simples medidas tu factura en calefacción puede reducirse hasta un 15%.
3 soluciones fáciles antifrío sin usar gas ni electricidad
- Paredes muy frías. Identifícalas tocando las paredes con la mano. Seguramente serán las orientadas al norte. Son las más adecuadas para forrarlas con paneles de madera, corcho o telas. También para colocar estanterías bien llenas de libros que mantendrán el calor dentro de casa.
- Paneles de aluminio. Hazlos tú misma con planchas de cartón forradas de papel de aluminio. Colócalos de manera discreta entre la pared y el radiador. Evitarán que el calor se pierda por la pared, reflejándolo hacia la estancia.
- Humedad ambiental. No debe superar el 60% porque la sensación de frío aumenta notablemente. Si es el caso, instala un aparato deshumidificador. ¡Elige un modelo que sea silencioso!
- Reajusta los muebles. Pensar en una distribución lógica de los muebles es una forma sencilla de ahorrar dinero sin usar gas ni electricidad, y aun así mantener la casa calientita. Si algún mueble está cubriendo los radiadores, esto impedirá que el calor se distribuya correctamente por toda la estancia.
Acierta con el sistema de calefacción
Del sistema de calefacción que elijas depende tu salud física y la de tu bolsillo. Incluso la del planeta, pues la producción de calor incide sobre el cambio climático. Toma nota de más consejos que te ayudarán a reducir tu consumo y, por ende, ahorrar en calefacción y electricidad a final de mes:
1. Energía solar
La opción más ecológica es la calefacción alimentada con energía solar. Puedes instalar un sistema prácticamente autónomo con unos 15 m² de captadores solares. Estos son capaces de calentar un sistema de calefacción por radiadores, paredes o suelos radiantes.
2. Gas natural
Es una calefacción relativamente barata y limpia. Es importante que la caldera sea de alta eficiencia. Elijas el sistema de calefacción que elijas, conviene que instales termostatos programables en cada estancia para calentar solo los espacios que se usan.
3. Bomba de calor
Aunque el rendimiento de los modelos ha mejorado, la electricidad es cara. Es rentable en lugares donde la temperatura no baja de los 0 °C, pero crea corrientes de aire que afectan a las personas con problemas alérgicos o respiratorios. Es básico realizar un buen mantenimiento para que no aparezcan mohos y bacterias.
4. Acumuladores
Si se encienden a las horas en que el precio de la electricidad es más bajo dan un buen resultado. Instala una app en tu móvil (como Boltio o Precio Luz) para saber el precio de la electricidad.
Confort a la temperatura justa
- Ahorro. Los expertos coinciden en señalar los 21º C como la temperatura en que la mayoría de personas se sienten a gusto. Cada grado de más supone un 8% de incremento en la factura energética.
- Contraste. Procura que la diferencia entre temperatura exterior e interior no sea excesiva porque el contraste exagerado provoca una bajada de las defensas.
- En el dormitorio. No necesitas más de 15 o 17 °C en la habitación para dormir a gusto. Con más temperatura se dificulta el descanso.
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