No hay nada como llegar a casa y que todo esté perfectamente ordenado. Cuando esto ocurre, lo más probable es que sientas paz, tranquilidad y armonía. Pero mantener las cosas bajo control, o al menos bien organizadas, no siempre es tan fácil. Ni tan siquiera Marie Kondo puede hacerlo a diario, pero es cierto que con constancia y esfuerzo se puede mantener una vivienda en orden. ¿Pero cómo hacerlo? Hay algunos métodos, como el de "la pila" o "bola de nieve" que te pueden ayudar a empezar el día con orden. Sin embargo, quizás simplemente estés cometiendo pequeños errores que están dificultando mantener cada rincón de tu casa organizado.
1. Estás priorizando la estética y no la funcionalidad
Este es un error muy habitual que suele cometer mucha gente. Las redes sociales, sobre todo Tiktok, ha hecho que el orden se considere algo que debe estar al mismo tiempo bonito. Y no siempre es así. Muchas veces se cree que por comprar más y más cosas de orden como cajas, o cestas "monas" se va a ordenar mejor los espacios y no es así. La cuestión es saber cómo organizar lo que ya tienes y de forma práctica, sin recurrir a más trastos que dificulten las labores de orden en casa. Si la caja es necesaria, adelante. Si no, no la compres, será un trasto más sin utilidad.
2. No tienes un sitio para cada cosa
Ya sea un papel higiénico, unas llaves o incluso la ropa interior. Cada cosa en casa debe tener asignado un sitio o de lo contrario, el desorden se apoderará de la vivienda. Es importante reservar un espacio para cada elemento y así será más fácil tener una vivienda organizada.
3. Decide dónde ponerlo antes de comprarlo
Muchas veces se compran accesorios o elementos decorativos para la casa sin haber pensado antes dónde ubicarlos. No caigas en este error, y antes de hacer ninguna adquisición, ¡piénsalo! Si de verdad tienes en cuenta el espacio que va a ocupar este elemento, estará siempre ordenado y en su sitio.
4. Recoge siempre antes de dormir
Es un pequeño truco que me enseñó mi madre y que aplico cada día. Antes de dormir hay que organizar la casa para que al día siguiente esté impoluta. O al menos lo más ordenada posible. De esta forma te podrás ir a la cama tranquila, sabiendo que tu casa está en orden. Eso te dará calma y te levantarás con menos labores para hacer al día siguiente. Además, empezar cada mañana con la casa ordenada es sinónimo de bienestar.
5. Siempre dejas el desorden para luego
¿Te acuerdas cuando tus padres te decían que recogieras la ropa de tu habitación y lo dejabas siempre para más tarde? Si te ocurre, o tus hijos lo hacen, debes saber que eso es sinónimo de desorden. Ese famoso "luego lo hago", dificulta las labores de orden en cualquier casa. Siempre hay que intentar poner en su sitio, lo que se desordena (nunca mejor dicho) en el momento. De este modo, evitarás que el caos sea mayor y será más fácil mantener todas las estancias de la casa organizadas.
6. Te aferras a muchos objetos por un valor sentimental
Hay objetos que merece la pena guardar porque cada vez que los ves te trasladan a momentos o personas concretas. Esto no quiere decir que tengas que almacenar absolutamente todo. Haz selección y añade en una cajita esos recuerdos, para que no se mezclen con otros elementos nuevos y que realmente no tienen ningún valor sentimental para ti. De esta forma, estará todo más organizado.