La zona del baño es una de las más sucias de la casa, y donde más bacterias y microorganismos se pueden instalar. Por eso, la limpieza constante del baño en cualquier casa es vital. El inodoro, la ducha o bañera y las cañerías están llenas de bacterias y hongos. Pero es sobre todo en el inodoro donde hay más suciedad incrustada.
A la hora de limpiar el baño es imprescindible prestar atención al inodoro. Cuidar esta pieza del baño es fundamental para evitar gérmenes o, incluso, que el fondo del inodoro se quede totalmente oscuro. Pero, ¿qué ocurre con otros elementos como la escobilla? Pues bien, si quieres aprender cómo limpiar un baño por completo y bien, no puedes dejar de prestar atención a la escobilla. Muchas personas se olvidan de desinfectar y renovar con bastante frecuencia este utensilio. Esto, aunque pueda parecer un error inofensivo, no lo es, ya que lo que se consigue es crear moho, bacterias y gérmenes por todo el baño.
Por ejemplo, si desinfectamos el inodoro y luego introducimos una escobilla sucia y poco higienizada, de nada nos servirá limpiar el baño. Aunque es cierto que la limpieza de la escobilla no es una de las tareas de limpieza más agradables, así que si eres constante con su cuidado, ¡lo agradecerás! Di adiós a estos errores que cometes con el uso de la escobilla, y mantén tu baño impoluto por fin.
No desinfectar la escobilla varias veces por semana
La escobilla es un elemento del baño que debemos desinfectar con bastante frecuencia. Ya sea una vez por semana o incluso varias veces, dependiendo del uso que le hayamos dado. Lo ideal es usar lejía o cualquier otro producto desinfectante para eliminar las bacterias. Así es como deberías hacerlo paso a paso:
- Coge la escobilla y rocía todas las cerdas del cepillo con producto desinfectante o lejía.
- Después deja reposar durante 10 minutos la escobilla, sin que toque ninguna superficie. Lo ideal es contar con un recipiente en el que quede suspendida. Si no es tu caso, te aconsejamos dejar la escobilla suspendida de forma perpendicular sobre la taza del váter sujetándola con la tapa del retrete.
- Cuando hayan pasado los 10 minutos, aclaramos con agua caliente y esperamos que se seque antes de llevarla al escobillero.
Un consejo: para una limpieza diaria de la escobilla, te recomendamos rociar el interior con producto desinfectante y dejarla en el interior unos minutos. De esta forma, podremos mantener diariamente la escobilla limpia.
Limpiar el inodoro antes de desinfectar la escobilla
¡Error! El tiempo es oro y también en las labores de limpieza. Si se limpia el inodoro, antes y luego se introduce la escobilla sucia no ha valido la pena el esfuerzo. Lo primero, siempre es desinfectar la escobilla y una vez esté limpia, entonces sí se podrá limpiar el inodoro en profundidad.
No cambiar la escobilla en años
La escobilla no puede acompañar al baño años y años. Es importante que se renueve cada poco tiempo, incluso aunque llevemos una desinfección muy constante. La humedad puede hacer que proliferen bacterias sin que nos demos cuenta. Lo bueno de las escobillas es que son elementos, por lo general, económicos.
No limpiar el portaescobillas
La escobilla hay que limpiarla en profundidad, pero también el escobillero. En el interior del escobillero se pueden instalar muchos gérmenes, por lo que se debe siempre retirar el agua estancada que haya quedado en el interior y echar lejía y agua fría (con agua caliente pierde sus propiedades). También puedes utilizar cualquier otro desinfectante mezclado con agua caliente. Deja durante unos 10 minutos y vuelve a aclarar con agua caliente.
Guardar la escobilla húmeda
Nunca se debe guardar la escobilla húmeda ya que puede aparecer moho. Además, si esto ocurre y se usa la escobilla en el inodoro se aumenta la probabilidad de que aparezcan gérmenes.