Gracias a su potente poder para combatir la grasa y la suciedad, el líquido que usamos para lavar los platos tiene muchísimos usos más allá de, valga la redundancia, lavar los platos. Y tiene tantos usos, que, incluso, es considerado como uno de los productos limpiadores más prácticos y versátiles de los que existen en el mundo de la limpieza.
Desde desengrasar armarios de la cocina donde el aceite se ha quedado pegado hasta eliminar, por completo, manchas difíciles en la ropa, al líquido para fregar los platos no hay nada que se le resista. Pero aunque sea un producto de limpieza tan maravilloso, hay en ciertas zonas de la casa que no es aconsejable usarlo para limpiar ya que podría dañar sus superficies. A continuación, te dejamos un listado con 5 cosas que nunca deberías limpiar con el líquido de lavar los platos.
5 cosas que nunca deberías limpiar con el líquido de lavar los platos
El líquido para fregar los platos puede hacer auténticos milagros de limpieza en cosas de la casa que dabas por perdidas y que creías que nunca más iban a estar limpias como el primer día. Es capaz de eliminar la grasa de los rincones más recónditos del hogar, pero también de estropearlas si lo usas donde lo debes. Para que esto no te pase, lee bien el siguiente listado que hemos preparado con 5 cosas que nunca deberías limpiar con el líquido de limpiar los platos.
1. Muebles de madera
Si derramas algo en una mesa de madera, definitivamente no uses líquido para fregar los platos porque podría eliminar los aceites naturales y los acabados que protegen la madera de estos muebles, volviéndola más seca, descolorida e, incluso, con posibles daños a largo plazo.
En lugar de usar jabón para limpiar tus muebles de madera, usa un producto limpiador específico para limpiar este material o, simplemente, pásale un paño de microfibra húmedo y sécala muy bien cuando termines porque el exceso de humedad también podría dañar la madera.
2. Utensilios de cocina de hierro fundido
El detergente para platos puede deshacer fácilmente al superficie porosa y el sazonado del hierro fundido, los cuales son los encargados de otorgarle sus propiedades antiadherentes. Además, limpiar el hierro fundido con jabón para fregar los platos también puede provocar que se oxide.
En vez de fregar tus utensilios de cocina de hierro fundido con jabón y agua como lo harías con otros platos, usa agua caliente y un estropajo especial para hierro fundido. Si quedan manchas difíciles, añade un poco de sal de mesa al área afectada y frótala con un papel de cocina seco. Asegúrate de secar completamente el hierro fundido después de limpiarlo, ya que puede oxidarse si se deja mojado.
3. Encimeras de piedra natural
Las encimeras de cocina de piedra natural, como el mármol o granito, no siempre se llevan bien con el líquido para lavar los platos ya que algunos de estos líquidos contienen ingredientes ácidos que podrían dañar la superficie de la piedra natural. Por eso, también es buena idea evitar otros limpiadores ácidos, como vinagre y limón en estos materiales tan delicados.
Una opción más segura para limpiar estas encimeras de piedra natural es usar un limpiador específico para mármol o granito con un pH neutro. También puedes usar un paño de microfibra con un poco de agua tibia, o unas gotas de detergente para platos muy suave y no ácido mezclado con agua.
4. Antigüedades o porcelana china
El detergente para platos también puede ser demasiado abrasivo para el vidrio delicado y puede dejar un residuo jabonoso difícil de quitar. Por eso, es mejor que uses una solución suave de vinagre y agua tibia para enjuagar para limpiar suavemente tus cristalerías, antigüedades o porcelana china.
5. Latón o cobre
El líquido para fregar platos a veces también puede contener productos químicos que pueden manchar o corroer el latón y el cobre, por eso, es recomendable usar limpiadores diseñados específicamente para estos metales.
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