Deja la cocina impoluta para el día siguiente Sabemos que da mucha pereza, pero no hay nada peor que dejar la vajilla sin lavar, con la suciedad enquistándose en los platos durante la noche. ¡A ver quién la quita después! Haznos caso, recoger la cocina tras la cena (y poner la mesa del desayuno para el día siguiente) es lo mejor. Además, ahorrarás tiempo por la mañana. Pon orden en tu mesa de centro Antes de irte a la cama también es importante que aproveches para despejar la mesa de centro. Si tienes baldas, organiza revistas y objetos dentro de cesto y mantén el sobre lo más vacío que puedas. Agrupa los objetos dentro de bandejas, ten algún elemento decorativo como un jarrón con flores y poco más. Evita que se convierta en una zona imán para el desorden. Coloca los cojines del sofá Después de cenar, todos solemos tirarnos a la bartola un rato en el sofá, pero... ¡cuidado! Nunca te vayas a dormir dejando los cojines aplastados y descolocados, o con la manta hecha un barullo. El simple gesto de ordenarlos y de ver el salón coqueto te ayudará a dormir con la conciencia tranquila, y los textiles estarán más cuidados. ¡Comprobado! Sofá a medida de Miki Beumala. Revisa el mueble del recibidor Asegúrate que las llaves que necesitas están en su sitio, que has revisado la correspondencia y que no tienes mil papeles de propaganda por en medio. Déjate lista en el colgador la chaqueta o abrigo que necesitas el día siguiente y guarda los complementos que tengas por ahí que ya no vayas a usar. Dobla y guarda la ropa que tengas por la habitación Muchas veces, cuando nos cambiamos de ropa tras llegar a casa, la dejamos tirada encima de la cama o en la butaca del dormitorio, pero toda persona ordenada sabe que es pecado irse a dormir sin haberla devuelto a su sitio original, es decir: el armario. ¡Habemus orden! Estantería realizada a medida. Pavimento, de fibra vegetal. Pasa revista al baño Asegúrate que las toallas están bien puestas, despeja la encimera de cosas que no necesitas tener a la vista y guarda todo lo que haya quedado fuera de sitio. Aprovecha para pasar una bayeta por el lavamanos y desinfecta el inodoro. Recoge tu zona de trabajo o home office Si eres de los que ha apostado por teletrabajar desde casa, puede que te cueste un poquito habituarte (sobre todo en tema de horarios). Las claves: levantarte siempre a la misma hora, ducharte, vestirte (no, el pijama no vale), y hacer pequeños descansos cada cierto tiempo para estirar las piernas. Cuando llegue la hora de acostarte, date una vuelta por el despacho o por la zona donde tengas el escritorio, y déjalo todo en orden para el día siguiente. ¡Te aseguramos que comenzarás la jornada con más ganas y energías! Zona de estudio. Silla, de Coton et Bois. Lámpara flexo, de Sacum. Deja lista la comida para el día siguiente Tanto si comes en casa com si te llevas el tupper a la oficina dejar la comida lista la noche antes te ayudará a descansar mejor. Lo mismo que dejar listos los desayunos y meriendas que los niños se van a llevar al cole. Para ponértelo más fácil puedes cocinar más el fin de semana para avanzar algunas preparaciones, el batchcooking está muy de moda, y hasta preparar todos los bocadillos un día e irlos descongelando. ¿Algún zapato desperdigado por casa? Cada zapato con su pareja, ¿o era cada oveja? 🤔 No importa, pero no te vayas a la cama sin haber recogido los zapatos, ya sean los del mueble zapatero del recibidor o los que tienes en el armario de la habitación. A no ser que quieras tropezar en la oscuridad y pegarte un buen coscorrón... porque, desde luego, ¡el susto está asegurado! Mobiliario, de DM, diseño de la decoradora. El lavaplatos ¡siempre se pone de noche! Es una norma básica de orden. Así cuando te levantes todo estará limpio, podrás colocarlo y volver a llenar sin esperar. Guarda la ropa de los niños o ponla a lavar Haz con la ropa y complementos de los niños lo mismo que has hecho con la tuya: coloca en el armario la que se han puesto y puedes guardar y pon en el cesto de la ropa sucia la que tienes que lavar. Acostúmbrales a que sean ellos mismos los que coloquen en su sitio la mochila o la chaqueta y el orden en casa será mucho más sencillo. Recoge tus joyas y accesorios Pulseras, pendientes, anillos, gafas, llaves... Nos referimos a esos pequeños accesorios que llevas contigo a todas partes y que son terriblemente fáciles de perder. Acuérdate siempre de guardarlos en su cajón correspondiente antes de que Morfeo te visite. Casa de la estilista Carmen Figueras. Detalle decorativo. Prepara la ropa para el día siguiente Todas las rutinas que puedas dejar avanzadas para el día siguiente te darán paz mental además de ahorrarte unos minutos muy valiosos por la mañana. Deja la ropa y los zapatos listos para el día siguiente y haz lo mismo con tu bolso o la mochila de los pequeños de la casa. No dejes cosas sobre la mesa o en las sillas del comedor Las sillas del comedor suelen ser otro imán para cosas que no deberían estar allí, como bolsos o chaquetas. Por eso, antes de irte a dormir asegúrate de que no ha quedado nada sobre ellas. Y lo mismo con la mesa de comedor. Cuando no la tienes puesta para comer no la uses como un anexo al aparador para dejar papeles u objetos encima. Programa la lavadora ¿Mucha ropa sucia amontonada? ¡No esperes al día siguiente! Deja la lavadora puesta durante la noche, y cuando te despiertes por la mañana abre la puerta para que salga la humedad. Si tienes secadora, es el momento de ponerla a funcionar. Los juguetes de los niños... ¡a su sitio! Si bien inculcarles el orden desde pequeños es imprescindible, habrá muchos días que te encuentres sus juguetes desperdigados por la habitación (e incluso por otras estancias de la casa como el salón), así que, antes de acostarte... ¡haz una ronda de vigilancia! Casa de la interiorista Lucía Mariñas. Dormitorio infantil. Cuna, estante y alfombra, de IKEA. Papel pintado, de Cole & Son. ¿Ha secado la ropa tendida? Si dejaste ropa tendida durante el día, comprueba antes de dormir si ya está seca. De este modo, no acumularás tantas tareas y podrás hacer la colada de una forma más dinámica. Recuerda separar la ropa que requiere plancha de la que no cuando la estés quitando del tendedero, es un gesto que también te ahorrará tiempo. Dedica unos minutos a tu agenda Por último, es importante que dediques unos minutos a repasar tu agenda para comprobar si has hecho todas las tareas que tenías pendientes, pero también para anotar tus planes del día siguiente. ¡No sabes lo bien que dormirás! Y es que el cerebro tiende a ''hablarnos'' en cuanto apagamos la luz. ''¿Has hecho esto?'', ''¿y lo otro?''. No lo dudes: la solución es escribirlo todo antes de acostarte. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .