La lejía es un producto químico que se utiliza para desinfectar y limpiar con mucha frecuencia. Sin embargo, aunque es efectiva para matar bacterias y virus, su uso indebido puede tener consecuencias negativas para nuestra salud ya que emite vapores tóxicos que pueden irritar las vías respiratorias e, incluso, una exposición prolongada puede provocar irritaciones en la piel y hasta dañar los ojos.
Por eso, es recomendable buscar alternativas que sean igual de eficaces que la lejía pero más seguras para nosotras y nuestra familia. Para ayudarte a encontrarlas, te contamos, a continuación, 4 alternativas para la limpieza y la desinfección del hogar que son fáciles de usar y menos agresivas que la lejía.
1. Vinagre blanco
El vinagre blanco es uno de los limpiadores naturales más eficaces y económicos. Su acidez lo convierte en un gran desinfectante, eliminando bacterias y hongos con facilidad. Además, es seguro para utilizar en la mayoría de las superficies del hogar, como encimeras, baños y cocinas.
Modo de uso:
Para usar el vinagre blanco, simplemente mezcla partes iguales de vinagre y agua en una botella con atomizador y utilízalo como limpiador multiusos. Aunque su olor fuerte se va rápido, puedes añadirle unas gotitas de aceite esencial, como lavanda o limón, para mejorar su aroma.
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2. agua oxigenada
El agua oxigenada, o peróxido de hidrógeno, es otro excelente desinfectante natural que puede usarse como sustituto de la lejía. Es más seguro que la lejía ya que no genera vapores tóxicos y viene muy bien para limpiar y desinfectar el baño y la cocina.
Modo de uso:
Lo mejor de limpiar y desinfectar con agua oxigenada es que puedes utilizarla directamente sobre las superficies sin diluir. Basta con llenar un botella con spray con agua oxigenada, pulverizarla sobre la zona a limpiar y dejarla actuar durante algunos minutos antes de limpiar con un paño.
3. bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es otro ingrediente natural imprescindible en la limpieza del hogar ya que no solo neutraliza malos olores, sino que también tiene propiedades abrasivas suaves que permiten limpiar manchas y suciedades difíciles de quitar.
Modo de uso:
Limpiar con bicarbonato de sodio es tan fácil como espolvorear una pequeña cantidad sobre la superficie a limpiar, como la bañera o el fregadero, y frotar con una esponja húmeda. También puedes crear una pasta mezclando bicarbonato de sodio con un poco de agua y aplicarla sobre manchas difíciles.
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4. jabón de castilla
La última alternativa natural a la lejía de la que queremos hablarte es el jabón de Castilla. Este producto se trata de un jabón natural que se elabora a partir de aceites vegetales y, como te imaginarás, no contiene químicos agresivos. El jabón de Castilla tiene la ventaja de ser un limpiador suave, ideal para limpiar superficies y objetos que requieren un toque más delicado, como muebles de madera, juguetes y hasta frutas y verduras.
Modo de uso:
Lo que deberás hacer será diluir un poco de jabón de Castilla en agua y usarlo como limpiador multiusos. También es muy útil para limpiar el suelo.