¿Alguna vez te has preguntado, mientras haces el cambio de armario, qué cosas podemos reutilizar, heredar o comprar de segunda mano? Los zapatos siempre nos generan dudas porque sabemos que podemos utilizarlos de año en año, pero ¿qué ocurre con esas botas bonitas que nos ha dado nuestra amiga o las que hemos comprado de segunda mano? 

No hay nada como los consejos de un buen experto para resolver todas nuestras dudas y hoy, hemos acudido a la podóloga infantil Neus Moya (@neusmoya.podologa) para ver qué hacer con esos zapatos que tenemos ganas de ponernos, pero han sido utilizados por otra persona previamente. 

El cambio de armario, un momento de decisiones

El cambio de armario ya está aquí, y si queremos hacerlo de la forma más eficiente posible, debemos tener claras las mejores estrategias para conseguirlo. La realidad es que, saber desprendernos de la ropa y accesorios que ya no nos ponemos es esencial, tal y como destacan muchas expertas en orden. E, igual que decimos adiós, también damos la bienvenida a nuevas incorporaciones, aunque no tiene por qué ser de primera mano. El vintage o heredar piezas no son novedad, pero también debemos conocer con qué nos tenemos que quedar y con qué no. 

Los zapatos siempre han sido algo polémico en la práctica y para Neus Moya hay tres características esenciales que nos ayudarán, mientras hacemos el cambio de armario, a saber si conservamos el calzado o lo tiramos directamente. Y es que cuando hablamos de nuestro pie y pisada, debemos ser cuidadosos. ¡Nada peor que ir con un calzado que no nos sienta bien!

3 razones por las que sí puedes heredar o utilizar un zapato ya utilizado

 

Para la podóloga, las razones son claras: no queremos deformar nuestra pisada utilizando zapatos que ya estén adaptados a otro pie. Hay tres únicas razones por las que sí que podemos introducir un nuevo zapato a nuestro armario previamente utilizado. Aunque, ¡ojo! Si no cumple con las características, lo mejor es que le digas adiós durante el cambio de estación, ¡por bonito que sea! 

  1. Si el zapato no está deformado: Todos tenemos una forma de pie distinta, así como forma de caminar, por lo que si el zapato está demasiado deformado o adaptado a la pisada de la anterior persona, acabaremos adaptándonos a esta. Un método infalible que recomienda la experta para asegurarnos es fijarnos en la plantilla, ¡no engaña!
  2. Si quitamos la zapatilla interna: Esto hace referencia a que si la plantilla del zapato es extraíble, podremos cambiarla por una nueva y que esté lista para adaptarse a nuestro pie.
  3. Si no hay desgaste de material en la suela: El último consejo de la especialista se centra en fijarnos en el desgaste de la suela. Esta también nos influye en el momento de caminar, y de nuevo, si está deformada, podremos acabar viéndonos afectados por ella. 

¿Heredar zapatos de niño? Una podóloga responde

Neus Moya
Neus moya podóloga

Neus Moya está especializada en podología infantil y nos deja bien clara la delicadeza de 'heredar zapatos de hijo a hijo'. Pero, ¿por qué es aún más importante prestar atención a la salud del calzado? 'Los pies de los niños pequeños suelen tenderse a ir hacia adentro, pero hay varios niveles', 'Si reutilizamos uno que tenga más inclinación que el otro, estaremos influenciando en el crecimiento y madurez del pie', cuenta la podóloga.

Así, cuando estés haciendo el cambio de armario y dudes sobre si reutilizar un zapato o no, a la mínima que veas una deformación, lo mejor que puedes hacer es donarlo o tirarlo, ¡mejor prevenir que curar!