¿Tu hijos han llegado a la adolescencia? Pues entonces sabes de qué hablamos, porque su búsqueda de identidad suele generar cambios en su manera de actuar, y entre esos cambios, muchas veces, surge el desorden en casa. Aunque puede parecer difícil encontrar un equilibrio entre su crecimiento personal y el orden familiar, existen formas de acompañarlos sin imponer, creando un ambiente de respeto y colaboración.
Pero tenemos buenas noticias: el orden es posible también con los adolescentes. Las expertas en orden Itziar y Lola de "Ordena tu vida" nos proponen una serie de trucos para construir una relación positiva con el "orden" en esta etapa tan compleja. Sigue leyendo y entérate estos consejos que hasta tus adolescentes te agradecerán.
Estrategias que funcionan para el orden en casa con adolescentes
1. Encuentra el momento adecuado (y que solo lleve 5 minutos)
Una de las claves principales es saber cuándo introducir el orden en su rutina. No se trata de imponerlo, sino de incluirlo de manera natural en su día a día. "Encontrar el momento adecuado para incluir el orden en su agenda (como parte de sus responsabilidades) y entender que, dentro de su universo adolescente, esta será una parte más de las muchas parcelas de su mundo", explican las expertas. Por ejemplo, puedes decirle, "cada noche, deja recogido antes de dormir. Así no se acumula la ropa o el desorden". Dale un truco concreto que solo lleve 5 o 10 minutos.
2. Enséñales una norma "fácil de cumplir"
De nuevo, enséñales una regla concreta. Algo fácil de llevar a cabo. A nosotras nos han funcionado muy bien estas dos: "Cuando uses algo, devuélvelo a su sitio". Es fácil, se hace rápido y de verdad funciona, porque ya no se acumulan las cosas desperdigadas. Otra: ordena tu ropa por color. Una vez que tu adolescente lo aplica y comprueba lo efectivo que es, ya no querrá dejarlo.
3. Negocia... y escucha lo que tienen que decir
La negociación es una herramienta muy útil con los adolescentes, ya que les permite sentir que su opinión cuenta y que no se les imponen reglas arbitrarias. Desde "Ordena tu vida" dicen: "Negociar con ellos y de manera conjunta, para encontrar el equilibrio en el que entienda que el orden es necesario dentro de sus rutinas y definir qué es negociable y qué no." Aquí tú también tienes que ceder. Por ejemplo, les puedes pedir que el armario se mantenga, y en cambio el escritorio sea su territorio. O que un día a la semana les ayudas y tiras con ellos lo que ya no usan. Sé flexible y acompáñalos, ¡es útil para todos!
4. Enséñales a descartar, tirar ¡o vender! lo que no usan
"Acompaña al inicio en el proceso de orden, para facilitar y hacer de esta experiencia, una actividad agradable", desvelan. Y es que los primeros pasos pueden ser difíciles. Por eso, acompañarles al inicio es clave para que el proceso sea menos pesado.
¿Cosas que podéis hacer juntos? Ordenar la ropa. Enséñale el doblado vertical. O a descartar lo que ya no usa. Los adolescentes siempre buscan formas de ganar dinero, puedes enseñarles a vender la ropa en apps como Vinted o donar (¡o tirar!) lo que ya no usan. ¡Hasta Marie Kondo nos ha enseñado a doblar la ropa para enviarla por Vinted!
4. Escucha sus opiniones
Los adolescentes quieren ser escuchados y valorados. Es importante darles espacio para expresar lo que sienten respecto a sus responsabilidades y empatizar con su visión. "Escuchar de manera activa sus puntos de vista y preferencias, respetándolos y empatizando para que todo sea más favorable para todos", sostienen Itziar y Lola.
5. Sé flexible (y deja que no pase nada si un día no cumplen)
Es esencial entender que no todos los días serán perfectos. Al igual que los adultos, los adolescentes pueden tener días en los que no cumplan con lo acordado, y eso no debe convertirse en un conflicto. "Mantener la calma si algunos días no es capaz de cumplir con los acuerdos establecidos (todos tenemos días más flojos)."
6. Flexibilidad en su espacio propio
Un aspecto clave en esta etapa es diferenciar entre las áreas comunes y su espacio personal. Mientras que en las zonas compartidas puede ser importante mantener una rutina de orden más estricta, en su propio espacio es vital darles más libertad. "Seremos más flexibles en su espacio propio (habitación) y más constantes en las zonas comunes de la casa (salón, cocina…) sabiendo que es donde toda la familia convive", comentan las chicas de "Ordena tu vida".
7. Comunicación fluida
La comunicación es la base de una buena relación con los adolescentes. Tener charlas sinceras y fluidas no solo mejora la convivencia, sino que también nos permite entender mejor en qué etapa emocional se encuentran. En este sentido, las expertas enfatizan: "Tener una comunicación fluida en todos los sentidos, nos ayudará a entender si está receptiva y en qué punto se encuentra, su orden exterior nos dará pistas de su orden interior."
8. Aprovechar sus talentos
Es importante interesarse por sus aficiones y talentos. Este enfoque puede ser una excelente oportunidad para integrar el orden de manera natural y positiva. "Interesarnos por sus aficiones y sus talentos, pueden ser buenas herramientas para aprovecharlos y realzar el orden desde ahí si fuera posible, como otro recurso más para potenciar esta parte", sostienen Itziar y Lola, y agregan: "Por ejemplo, si le encanta el deporte, le daremos el espacio adecuado para su uso diario. Si el maquillaje es su pasión, priorizaremos buscando el orden perfecto para ella en esta área. En cambio, si su habilidad es dibujar, será importante tener esta faceta artística muy presente y que su habitación refleje su capacidad y talento", cierran al respecto la dupla de expertas.
El orden, un valor para la vida
"Con todo esto, no solo buscaremos que sea un aprendizaje temporal de nuestros hijos adolescentes, sino la importancia de descubrir los beneficios que el ORDEN aporta en su vida de ahí y en adelante: ahorro de tiempo, rapidez en encontrar las cosas, compromiso y conciliación familiar", sintetizan. Y continúan: "Además, el orden puede desarrollar capacidades como la creatividad y la innovación, y fomentar la idea de evitar apegos y fomentar las segundas vidas."
Por último, finalizan: "El mejor truco es entender que los espacios evolucionan con los niños, adolescentes y adultos; estos proyectan la realidad de cada uno."