Bendito orden: 35 cosas que mejoran cuando ordenas tu casa (y tu vida)

"Eres más feliz porque tienes el control y te sientes satisfecho con el trabajo realizado", asegura Mar Vidal quien nos comenta que es uno de los puntos positivos más repetidos de cuando comenzamos a llevar una vida mucho más ordenada.

Si hay algo que aparece nada más comenzar a ordenar es la "satisfacción inmediata", comenta Mar Vidal de @lacasademarordenydeco. "Esa satisfacción nos da control y paz y ahí es donde vemos realmente el cambio, en el estado de ánimo, en la forma de mirar la vivienda, que empieza a parecerse más a la idea que tenían en un principio y, al final, a un hogar". 

El desorden puede afectar a la convivencia y generar discusiones. Pero cuando nos decidimos a ordenar las cosas pueden cambiar. "Suelen tener menos discusiones de convivencia…", aclara María Zamora de KoraKora. 

"La persona tendrá más paz, calma, serenidad, notará que está más concentrada, que hace las cosas más rápido, es más eficiente y está tomando el control de su vida", afirma María Zamora. 

Cuando cambiamos hábitos como el del orden comenzamos a valorar ciertas cosas. Entre ellas es que "aprendes a observar lo que te rodea de forma pragmática por lo que tu cerebro se relaja", asegura Mar Vidal. 

"Que las cosas estén organizadas ayuda que seamos más eficientes y eficaces. De este modo los resultados no sólo son mejores, sino que se van a ver reducidos los niveles de estrés", asegura Beatriz Madrid, psicóloga y miembro de Doctoralia.  

"Entre los factores que nos hacen sentir bien al ordenar está el hecho de tener constancia de dónde está cada cosa. Si hablamos en el terreno de lo físico, nos ayuda la percepción visual y la previsión de que si busco algo lo voy a encontrar", comenta la psicóloga Beatriz Madrid. 

"Somos seres de costumbres y aunque los cambios son importantes, en realidad nos cuestan un poco. Por este motivo el sentimiento de que cada cosa está en su lugar nos proporciona tranquilidad", comenta Beatriz Madrid. 

Las personas desordenadas "suelen ser despistadas, dejadas, hacen las cosas sin pensar, de manera inconsciente, procrastinan, nunca tienen tiempo y van dejando todo para otro momento", explica María. Si ya no te representa es que algo ha cambiado en ti gracias al orden. 

"El bloqueo es muy común", nos confirma María Zamora. "La forma de salir de la etapa de frustración pasa por reorganizar de nuevo los objetivos que nos planteamos. De hecho, sería muy importante que, aunque tengamos objetivos marcados, al no conseguirlos no nos culpemos ni nos tratemos mal por ello", aclara la psicóloga Beatriz Madrid, miembro de la plataforma Doctoralia. 

Consigues aprovechar el tiempo mucho mejor y de una forma más productiva gracias al orden. "Terminas mucho antes tus tareas por lo que puedes dedicar más tiempo a ti y a los tuyos", asegura Mar Vidal. 

Tener todo bajo control y ordenado no es un don, requiere de mucha práctica. Pero cuando lo conseguimos con éxito "engancha", así lo define María y muchas de sus clientas. 

Pasamos por diferentes fases a la hora de ordenar "todo lo que no esté en el lugar asignado nuevo nos molesta, nos frustra y nos hace sentir peor que antes". Cuando superamos esta fase inicial "nuestra mente se relaja y comienza a trabajar en lo que de verdad importa, a poner foco en las personas y actividades y no en lo que te rodea a nivel externo o en lo que no controlas o no has realizado a nivel interno", comenta Mar Vidal. 

"Al saber lo que tienes, y lo que necesitas, las compras se vuelven conscientes", aclara María. Si al final dejamos de hacer estas compras, esto solo significa una cosa "ahorro económico" y mayor satisfacción personal. 

"La satisfacción y el gustazo que te da tener todo organizado, libera endorfinas, y al final el estado anímico mejora. Te sientes mucho mejor y en consecuencia más feliz", comenta María Zamora. 

Si hay algo que te llama la atención y te motiva comienzas a hacerlo. "Eres más productiva y eficiente porque focalizas en lo que importa", asegura Mar Vidal y continúa, "por lo que no pierdes el tiempo".

"Nos permite ir modificando nuestra actividad en base a las circunstancias en las que nos movemos", asegura Beatriz. Algo que antes, cuando manteníamos un desorden muy pocas veces hacíamos de forma natural. 

Cuando ordenamos y tenemos todo mucho más organizado nuestra mente es mucho más productiva. María lo tiene claro, y para ella una de las habilidades que mejora el orden es "la concentración, y eso al final repercute en todas esas habilidades mentales como la creatividad, agilidad mental, destreza física...".

"La obtención de resultados ordenando hace que uno se sienta mucho más seguro y confíe en que las decisiones que toma son las correctas", asegura Beatriz Madrid. 

Esto es algo muy importante y ahora que hemos estado mucho más tiempo dentro de casa lo valoramos más. Sentirnos a gusto en nuestra casa es primordial y el orden juega un factor muy relevante. Si lo conseguimos, "tu casa y tu vida se verán simplificadas" y podremos disfrutarla mucho más, comenta María Zamora. 

"El ser ordenado y flexible ayuda a que las personas se sientan en armonía con sus necesidades en cada momento", afirma la psicóloga Beatriz. "Mejora nuestro estado de ánimo en la medida en que dicho orden no es una obligación cerrada sino una decisión flexible". 

La formación continua es muy importante tanto en las áreas en las que estamos especializados como en otras. Al tener más tiempo después de ordenar, "te cultivas más al no tener que dedicar tu tiempo a ir por ahí apagando fuegos todo el rato", asegura Mar Vidal. 

El orden "ayuda a que no mantengamos ideas recurrentes sobre cosas que tengo que hacer cuando ya tiene un tiempo y un lugar asignado", comenta Beatriz Madrid. 

"Para que el tema de ser ordenado venga bien es necesario que se establezca entre todos los miembros que van a formar parte de ello. Ordenar sin contar con los demás implica que éstos no pueden ejercer su libertad de decisión. Así que para que la repercusión emocional sea positiva se tiene que desarrollar desde la libertad", comenta Beatriz Madrid. 

El orden ayuda a conocernos mejor y a ganar seguridad. En definitiva, "empezamos a vivir la vida que queremos", afirma María. Sin duda, con el orden se "gana tiempo, felicidad e incluso interiormente nos sentimos mejor con nosotros mismos". 

"Cogiendo ritmo, si empiezas por lo duro, lo difícil o lo que te hace más daño no vas a conseguir un ritmo adecuado si no estás muy concienciado. Al final renuncias y lo dejarás a medias", comenta Mar Vidal. Esto lo podemos aplicar al orden pero también al ámbito profesional. 

Cuando ordenamos es mejor "estar regido por un plan". Mar Vidal nos aconseja "un documento en el cual revisemos todas las estancias para ver por dónde empezar y no agobiarnos". Según Mar, "lo mejor es coger ese listado y dividir la estancia o categoría a ordenar y revisar el tiempo que tenemos para ello, si te vas a quedar a medias, subdividimos para dejarlo en algo más abarcable".

Como comenzamos a conocernos mejor, sabemos donde están nuestros límites. Esto nos genera mayor confianza, pero sobre todo "saber hasta dónde podemos llegar", aclara Beatriz. 

Una de los principales motivos por los que ordenamos es porque también queremos sentirnos bien en casa. Cuando lo hacemos consigues "relajarte en tu hogar". Mar Vidal nos comenta que cuando ocurre este momento, al final "te vuelves a enamorar de tu casa y pasa a ser un refugio al que acudir tras lidiar con un día que quizá no ha sido lo bueno que esperabas".