Debemos aceptar que los granitos nos van a incordiar toda la vida. Una vez que aparecen en la adolescencia, parece ser que nunca se van del todo y cada vez que nos miramos al espejo queremos que se esfumen al instante. En el mejor de los casos, en cuestión de días desaparecen y todo quedan en una mala pesadilla. No obstante, hay mucha gente que se les queda instalados en su rostro durante una larga temporada y les provocamarcas de por vida.
Solemos echar la culpa de la aparición de los granos o el acné a la poca hidratación de la piel, a los picos hormonales, a la comida basura... pero las causas van mucho más allá. Casi todas tienen que ver con la rutina que seguimos antes de irnos a dormir, con aquellas cosas que no hacemos o que pasamos por alto, y que al final nos acaban costando la salud dérmica.
Te desvelamos las 8 errores que cometes antes de irte a la cama y deberás dejar de hacer para prevenir la aparición de granitos y acné. ¡Te cambiará la vida!
LOS 8 ERRORES QUE NO VOLVERÁS A COMETER NUNCA MÁS ANTES DE IRTE A DORMIR
Muchas cosas hacemos mal antes de irnos a la cama respecto a nuestro cutis, y después lo lamentamos con con acné, granitos y diversas imperfecciones. Nosotras hemos encontrado 8 errores muy comunes que cometemos por la noche y que no debemos pasar por alto.
1. Uso excesivo de tratamientos faciales
No es ningún secreto que amamos las mascarillas, los sérums, las skincares... pero hacer un uso abusivo de todo esto puede tener un efecto contrario a nuestro objetivo. Puede dañar el cutis, provocar sequedad, irritación y empeorar la suavidad. Para ello, la mejor idea es tener 2 o 3 productos de confianza, que se vayan rotando cada día, y que sepamos que tienen una efectividad muy concisa.
2. Un flequillo mal cuidado
El flequillo es algo que todos y todas hemos llevado alguna vez. Es precioso y da mucha elegancia, pero debemos andar con cautela, ya que el pelo puede obstruir a la transpiración de la piel. Si no se hace un lavado correcto del cabello frontal, las grasas se pueden concentrar en la frente y desencadenar que nos salga acné. La mejor solución es lavar el flequillo todos los días o dormir con el pelo recogido.
3. Tocarse la cara con las manos sucias
Una de las cosas que más hacemos antes de irnos a dormir es tocarnos la cara, con la finalidad de lavarla, aplicarnos diferentes cremas, quitarnos el pelo de las cejas... con esto debemos tener cuidado ya que si no nos lavamos las manos previamente con jabón nos podemos llevar bacterias, gérmenes y aceites al rostro, que causan granitos muy difíciles de eliminar.
4. No desmaquillarse
Es entendible que cuando llegamos a casa tarde de una cena, fiesta o evento, nos de mucha pereza desmaquillarnos, pero no es excusa ya que las consecuencias pueden ser nefastas. Los cosméticos obstruyen los poros, ensucian la cara y no dejan que la piel descanse durante la noche. La solución pasa por utilizar toallitas desmaquillantes o agua micelar, ya que son efectivas y muy fáciles de usar.
5. No tener en cuenta los malos hábitos
Fumar, no tener una dieta equilibrada, ingerir comida basura... son unos hábitos muy perjudiciales para nuestra salud en general. Sus efectos negativos se multiplican si los hacemos antes de irnos a dormir y son una de las principales causas de brotes de acné muy severos. Una de las mejores ideas es dejar estas manías y hacer una cena ligera.
6. Irte estresada a la cama
Si no dedicamos un rato a la calma y la relajación antes de coger el sueño, puede tener grandes consecuencias en nuestro cutis. El estrés provoca problemas hormonales que se ven reflejados en nuestra piel, la mayoría de veces con granitos. Además, es un desencadenante a no dormir en condiciones y no rendir al día siguiente.
7. No lavar correctamente la ropa de cama
Tener la almohada, las sábanas y las colchas limpias son los elementos principales que determinan la aparición del acné. En estos textiles se acumulan muchos residuos, bacterias o aceites que atacan a nuestra cara en silencio. Lo mejor es hacer un lavado semanal de todas las piezas e ir mirando que no vayan cogiendo otros restos perjudiciales para nuestra piel.
8. Frotar la cara con fuerza
Si nos lavamos la cara de forma muy brusca, con fuerza y poca suavidad, provoca que la piel se irrite y salgan granos. La mejor idea es hacer una limpieza facial con movimientos circulares y agradables.