Aunque los gatos son animales bastante independientes, al igual que los humanos, también pueden experimentar altibajos emocionales. De hecho, algunas razas de gatos no toleran nada bien la soledad y necesitan más contacto físico del habitual.
Sea como sea, si has comenzado a notar que tu gato está más apático o menos juguetón de lo normal, o incluso que ha perdido el apetito, es posible que esté pasando por una etapa de tristeza. Pero antes de entrar en pánico, tómate un minuto para leer este artículo, porque vamos a contarte cuáles son las señales que podrían indicar que tu gato está triste, cuáles son las posibles causas y, por supuesto, cómo abordarlas.
Señales de que tu gato está triste
Aunque las señales que mencionamos a continuación pueden ser un síntoma de tristeza en los gatos, también pueden responder a otras problemáticas. Recuerda que cada gato es único, y en cuestiones de comportamiento, nadie te ayudará mejor que un etólogo o tu veterinario de confianza.
Cambios en el comportamiento
Si tu gato se muestra menos activo, juega menos de lo habitual o pasa mucho tiempo escondido por casa, puede significar que está triste.
Pérdida de apetito
La falta de interés en la comida o una notable disminución en la cantidad que come también puede ser un indicio de que algo no va bien con su ánimo.
Apatía y letargo
¿Sabías que un gato triste puede parecer cansado o menos interesado en su entorno? Si percibes este comportamiento en tu mascota, no lo dejes pasar.
Falta de aseo personal
Normalmente, los gatos se acicalan con frecuencia. Si observas que tu gato ha dejado de asearse y su pelaje se ve descuidado, podría estar triste.
Agresividad inusual
Un aumento en la agresividad, como morder o arañar más de lo normal, puede ser otra forma en la que tu gato expresa su malestar emocional.
Cambios en los hábitos de sueño
Dormir más horas de lo normal o, por el contrario, tener insomnio, puede ser una señal de que tu gato está pasando por una fase de tristeza.
Evitar la interacción social
Si tu gato evita el contacto contigo e incluso con el resto de las mascotas del hogar, puede estar señalando que se siente triste o estresado.
Posibles causas de la tristeza en los gatos
Falta de estimulación
Los gatos son criaturas curiosas y, por lo general, activas. Así que una falta de estímulos en su entorno puede llevarlos a la apatía y la tristeza.
Cambios en el entorno
Los gatos son muy sensibles a los cambios en su entorno. Una mudanza, un divorcio, la llegada de nuevos miembros a la familia o cualquier modificación en la rutina, entre otros, pueden afectar a su estado de ánimo.
Soledad
Aunque los gatos son famosos por su independencia, también necesitan compañía y afecto, especialmente en el caso de determinadas razas. Por tanto, pasar muchas horas solos en casa puede hacer que se sientan tristes.
Problemas de salud
La tristeza en los gatos también puede ser un síntoma de problemas de salud, como infecciones, dolores o enfermedades crónicas.
Estrés y ansiedad
Del mismo modo que nos ocurre a los humanos, los gatos también pueden experimentar estrés y ansiedad por diversas razones, como ruidos fuertes, la presencia de otros animales o cambios repentinos en su entorno.
Poca interacción social
Los gatos necesitan interacción social tanto con humanos como con otros animales. De lo contrario, pueden ponerse tristes y apáticos.
Qué hacer si tu gato está triste
Proporcionarle una estimulación adecuada
La primera de las claves para que tu gato recupere su felicidad, es asegurarte de que tenga suficientes juguetes y elementos como rascadores a su alcance. Todo ello lo mantendrá activo y entretenido. Además, es muy importante que le dediques un ratito de juego cada día. ¡Esto último le encantará!
Mantener una rutina estable
Mantener una rutina estable también es crucial para que tu gato deje de estar triste. Si, por ejemplo, te has mudado recientemente, procura que tu mascota tenga un espacio seguro y tranquilo donde pueda retirarse si lo necesita.
Aumentar la compañía
Otra solución es adoptar otro gato para que le haga compañía, o intentar pasar más tiempo de calidad con él cuando estés en casa. Las interacciones positivas y el afecto pueden hacer maravillas en su estado de ánimo. ¡Prometido!
Reducir el estrés y la ansiedad
Para ello, puedes utilizar difusores de feromonas, o instalar camitas en zonas altas de la casa desde donde pueda observar el entorno sintiéndose seguro.
Fomentar la interacción social
Dedica un tiempo cada día para acariciarlo y jugar con él. Si se trata de una raza sociable, las visitas de amigos o familiares (e incluso el contacto con otros animales) también pueden ser beneficiosas para su estado de ánimo.
Enriquecer el entorno
Elementos como cajas de cartón, túneles y árboles para gatos enriquecerán el entorno y harán que esté más animado. También puedes colocar una camita en una de las ventanas para que pueda ver la calle y tomar el sol.
En definitiva, para que un gato deje de estar triste necesita atención, mimos, tiempo de juego y un entorno tranquilo en el que vivir (casi, casi, igualito que los humanos). De todos modos, si ves que la tristeza persiste, lo mejor que puedes hacer es llevarlo a un etólogo o a tu veterinario de confianza.