Sea cual sea la raza de gatos que elijas, la llegada de un pequeño felino a casa siempre supone una alegría. Pero, si nunca antes has convivido con un gato, es normal que te surjan un sinfín de preguntas, y entre ellas, seguro que destaca la siguiente: ¿cómo saber el sexo de un gato? Lo cierto es que, cuando se trata de gatitos recién nacidos, la tarea se vuelve sumamente complicada, pero en este artículo hemos reunido varios trucos que te ayudarán a averiguar si tu gato es macho o hembra. Misterio desvelado en 3, 2, 1...
¿Cómo saber si mi gato es macho o hembra?
Cuando tienen escasas semanas de vida, no resulta nada fácil distinguir el sexo de los gatos (especialmente si nunca has tenido uno). Esto se debe a que su zona genital todavía se encuentra en fase de desarrollo. Sin embargo, si sigues estos pasos, te será mucho más sencillo descubrirlo, aunque te recomendamos esperar a los 21 días desde su nacimiento para hacerlo, o incluso al mes y medio de edad, cuando sus genitales ya estarán desarrollados:
- Levanta la cola del gato para poder apreciar su zona genital. También puedes tumbarlo patas arriba, con el área genital mirando hacia ti. Lo importante es que el animal se encuentre en una posición cómoda.
- Debajo de la cola verás el ano y el orificio urinario. Si ambos orificios se disponen muy próximos, en torno a 1 centímetro o menos distancia, estás ante una hembra. El orificio de la vulva es como una pequeña raya vertical, por lo que no te costará mucho distinguirla. Pero si el ano y el orificio urinario están más separados (en ese hueco es donde se desarrollarán sus testículos), se trata de un macho.
- Importante: los gatos bebés necesitan estar en todo momento con su madre, así que procura hacer la comprobación en menos de 10 minutos, y devuélvelo junto a ella. También es importante vigilar la temperatura de la habitación, que debe rondar los 21º.
Otro truco: los gatos tricolores siempre son hembras
Además de fijarte en sus genitales, también puede saber si tu gato es macho o hembra a través del color de su pelo. Y es que los gatos tricolores –concretamente, los que combinan blanco, negro y naranja, llamado pelaje calicó o carey– siempre son hembras. Es una cuestión de genética: las gatas hembra poseen dos cromosomas X, mientras que los machos tienen un cromosoma X y un cromosoma Y. Los colores negro y naranja están en el cromosoma X, pero el blanco no depende del sexo, por eso mismo es tan habitual encontrar gatas con estos tres colores, a diferencia de los machos, que solo pueden presentar dos colores: negro y blanco, o naranja y blanco.
Cabe destacar que, aunque es muy raro que ocurra, también existen los gatos machos tricolores. Esto se debe a una anomalía cromosómica conocida como el Síndrome de Klinefelter (los gatos nacen con tres cromosomas sexuales en vez de dos), que por lo general también es causante de esterilidad.
Diferenciar el sexo de los gatos a través del carácter
¿Y qué hay del carácter? ¿También puede orientarte sobre el sexo del animal? La respuesta es: depende. Hay que recordar que cada gato es único, y su carácter puede ser fruto de las experiencias. Por ejemplo, si se trata de un gato callejero que acabas de adoptar, es probable que se muestre arisco y desconfiado, independientemente del sexo. No obstante, por lo general, las gatas suelen ser algo más afectuosas y sociables que los gatos. Estos últimos son más independientes y acostumbran a marcar más su territorio.
Seguro que, después de seguir nuestros consejos, no tendrás ningún problema a la hora de averiguar si tu gato es macho o hembra. Y seguro que, sea cual sea su sexo, su compañía se convertirá en el mejor de los regalos.
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