Adoptar a un gato puede traer consigo enormes beneficios para nuestra salud y bienestar emocional. Pero en el caso de los gatos naranjas, la experiencia puede ser aún más emocionante. Y es que los preciosos tonos de su pelaje –que pueden oscilar entre el naranja, jengibre y rojo–, suponen un verdadero espectáculo visual. En cualquier caso, la particularidad de estos colores no se limita a una raza en concreto, hay múltiples razas que pueden lucir el naranja, cada una con sus propias características. Pero, ¿por qué son tan especiales?

La magia detrás del color naranja reside en su ADN. Este tono es producto de un gen recesivo ligado al cromosoma X que resulta en la producción de pheomelanina, el pigmento responsable de su coloración cobriza. Esta particularidad genética también explica por qué la mayoría de los gatos naranjas son machos (las hembras necesitan dos copias del gen para mostrar el color, haciendo que sean más raras y, por tanto, más codiciadas).

Por otro lado, la enorme fama de los gatos naranjas también se debe a su presencia en la cultura popular. Desde Garfield –el célebre gato amante de las lasañas–, hasta el travieso gato con botas de Shrek, estos personajes no solo han catapultado a los gatos naranjas al estrellato, sino que también han moldeado la percepción que tenemos de estos felinos como seres llenos de carisma, una pereza encantadora y un inconfundible sentido del humor.

¿Eres fan de este tipo de gatos? Pues te hemos preparado un recorrido de lo más entretenido por las 10 razas de gatos naranjas más deseadas del mundo.