Desde el pasado día 1 hasta este sábado, 9 de noviembre, el emblemático palacio de Santa Bárbara de Madrid ha acogido la primera edición de la Casa de Navidad de El Mueble. Un sueño hecho realidad tanto para el equipo de la revista, como para las fieles lectoras que han llegado desde todos los puntos de España y han podido vivir de primera mano la experiencia de estar en una de esas casas cálidas, acogedoras y decoradas al detalle, como las que aparecen en nuestros reportajes.
Nuestras estilistas, decoradoras e interioristas, aparte de impartir charlas y talleres, han hecho su magia particular para convertir los 400 metros cuadrados de un palacio vacío destinado a eventos, enun hogar acogedor y navideño: tiene un recibidor que nos da la bienvenida, una salita perfecta para largas charlas, un salón-comedor en el que nos queremos quedar a vivir, una cocina que es un espectáculo y un dormitorio con un encanto especial.
Viendo cómo estaban todas estas estancias antes de empezar, ¡no te vas a creer el cambio! Te enseñamos el antes y el después del palacio a continuación.
El jardín
Aparte de los 450 metros cuadrados de estancias, el palacio cuenta con una coqueta entrada con jardín, con acceso directo desde la calle San Mateo. Donde antes había una parcela de gravilla, ahora descansa un flamante Porschede color lila cargado de regalos. Los primeros acordes de canciones navideñas se empiezan a escuchar ya desde la entrada y nos acompañan al interior.
La entrada
Este palacete situado en pleno centro de Madrid fue construido por el arquitecto Juan de Madrazo y Kuntz. Es de los pocos ejemplos que tenemos actualmente que responde a la corriente racionalista de la segunda mitad del siglo XX. Los imponentes arcos proyectados en la entrada se han decorado con una enorme guirnalda natural que ha hecho el equipo de Fronda, y se ha potenciado su encanto con farolillos con velas por el suelo. ¿Entramos?
El recibidor
De un hall vacío, con sus molduras señoriales y sus techos altos como único ornamento, pasamos a un recibidor de cuento donde se da rienda suelta a la Navidad. Un impresionante árbol de más de 3 metros de El Corte Inglés viste con su magia y encanto este imponente espacio, del que nace una escalinata con lucernario que nos conduce al segundo piso. Ha sido decorado con mimo por nuestras estilistas y en él no faltan las guirnaldas verdes, las coronas, mil y un adornos, farolillos con velas y luces cálidas que transforman con sus destellos este antiguo palacio. ¿Un detalle? Una mesita auxiliar de madera con una lámpara de mesa, que compensa visualmente la altura del árbol y el efecto de los regalos que quedan sobre la alfombra.
La sala de charlas
A la izquierda del recibidor encontramos el primer espacio que nos sumerge de lleno en la Navidad. Antes eran dos salas vacías con suelos de espiga y chimeneas antiguas conectadas a través de un paso. Ahora, son ambientes independientes donde se ha dado rienda suelta a la Navidad. En primer lugar encontramos un photocall, con pinos nevados, luces y farolillos donde los visitantes se han fotografiado sin parar durante toda la semana. El siguiente es nuestra salita de charlas, estructurada alrededor de la chimenea, de manera simétrica y con mobiliario de Crisal. Aquí se han impartido las charlas de nuestras interioristas, decoradoras y estilistas, ¡y ha estado abarrotada cada día!
La entrada al salón
Tras subir las imponentes escaleras del palacio y dejar atrás su magnífico lucernario que inunda este paso de luz natural, nos topamos de lleno con el salón-comedor. Cuando estaba vacío se podía observar su suelo en espiga en distintos tonos de madera. Ahora, una gran alfombra de Kaymanta hecha a medida le gana la partida y abraza este espacio con calidez. Justo en el centro, se ha colocado una mesa de madera llena de objetos decorativos a modo de recibidor y un árbol de Navidad de Fronda que mide ¡casi 3 metros! Este elemento exquisitamente decorado delimita visualmente el espacio y también ayuda a separar ambos ambientes.
El salón
A la derecha de este espacio de casi 80 metros cuadrados encontramos nuestro salón. Un lugar acogedor donde apetece quedarse a vivir la Navidad. Aprovechando la luz que entra por sus grandes ventanales, nuestras expertas decidieron colocar los dos enormes sofás enfrentados y llenarlos de cojines de Maison des Vacances para hacerlos más confortables aún. La base neutra que se construye con los sofás, la gran alfombra y las cortinas, admiten las pinceladas de madera, tonos tierra y colores empolvados que orquestan el resto de la decoración.
El comedor
En el ala izquierda, aprovechando también su luz maravillosa, sus paredes blancas y sus techos altísimos, se ha instalado el comedor, una verdadera joya que respira Navidad. Con un espacio tan generoso, era de recibo poner una mesa protagonista y a la altura, que cubriera el ancho del espacio. Todos los muebles de madera natural son de la firma Brucs, especialistas en el diseño artesanal de piezas de mobiliario que aúnan el encanto de antaño con la funcionalidad y comodidad de hoy. La vajilla de Vistalegre y el magnífico centro de mesa natural hacen el resto.
La cocina
¿Quién podría imaginar que este espacio vacío, con la chimenea de mármol como única decoración, acabaría siendo la cocina más exitosa del año? Asun Antó, de Coton et Bois, ha tenido buen ojo a la hora de diseñar este espacio, que ha estado durante toda la semana lleno de vida. Su cocina, que ya se ha bautizado como "la cocina de Asun", está inspirada en los cottages ingleses, con sus armarios e isla de madera, utensilios prácticos, textiles gustosos y el verde inglés como tono protagonista. Es un color que le da ese toque de tradición que siempre encaja con la filosofía de El Mueble. Además, ¡no le falta detalle! Desde un office para comidas informales, hasta una zona para mascotas y una minicocina para los más pequeños de la casa ¡Un éxito!
El dormitorio
La habitación situada en un extremo del pasillo de la segunda planta se ha habilitado a modo de dormitorio. Pero no es uno cualquiera, es un dormitorio mágico envuelto por el encanto de la Navidad y con el sello de La Redoute. Nos gustan sus guiños rústicos, su cama con dosel y sus capas de textiles en diferentes acabados, colores y estampados para hacerlo acogedor y confortable. Gracias a sus grandes dimensiones se ha podido crear un espacio de trabajo y una zona de estar alrededor de la chimenea, que vuelve a ser protagonista. No podía falta un árbol de Navidad con adornos en tonos neutros para poner la guinda a este dormitorio de cuento.