Mueve tus muebles, sin miedo
¿Has visto todo lo que una buena decoración y distribución puede hacer por tu casa? Aunque parezca complicado todo se base en 5 sencillas reglas que no puedes saltarte si quieres convertir una caja de cerillas en un pequeño palacete.
La primera, y más importante, es que te cuestiones si tienes la distribución más adecuada para cada espacio. Ya sabes que para que sea eficiente debes arrimar lo más voluminoso a las paredes para despejar el espacio central; no tapar la entrada de luz por nada del mundo y, si puedes, crecer hacia el exterior y buscar que haya pasos cómodos. A veces, prescindir de algún auxiliar que no necesitas es un acierto.
Blanco y radiante
El color es el otro elemento que puede hacer que tu casa crezca. Ya sabes que no hay nadie como el blanco para conseguirlo y, en general, los colores claros. Para que la decoración no te quede fría como un laboratorio, debes combinar estos tonos con elementos de madera (no hay nada como un buen parquet), y jugar con las telas y los complementos para dar vida y que la decoración no quede plana.
Pero ojo, a veces un pared de color más intensa por aquí y por allá pueden ayudarte a elevar un techo, ensanchar un espacio estrecho o ganar profundidad. Tenlo en cuenta.
Abre paso a la luz
La luz es otro básico que debe campar a sus anchas en una casa que quiere crecer más allá de la media. Para conseguirla no se te ocurra tapar las ventanas, ni con muebles ni pesados cortinajes y, después, debes propiciar el paso de la claridad por toda la casa: ¿Que cómo? Pues con un suelo colocado en perpendicular a la entrada de luz, con una pared convertida en ventana para acercarla dónde más se necesita o espejos estratégicamente colocados. Pero ojo, no al tuntún. Mejor si reflejan una ventana o una pared interesante y están colocados a la altura de los ojos.
Una buena base
¿Y qué más? Pues unos buenos materiales, una base que no defrauda que te ayuda a que los metros se multipliquen como el milagro de los panes y los peces. Materiales continuos y sin juntas, como el microcemento, hacen que tu casa no tenga límites, al menos visualmente. También piezas de gran formato en baños pequeños o el mismo parquet de lamas largas y claras en toda la casa.
Hazlos, a tu medida
Y la guinda del pastel, pero no por ello menos importante. Cada rincón, cada cm cuenta (y mucho). Mira tu casa con lupa y mira donde puedes ganar. Si aprovechas el espacio bajo la ventana o la escalera para hacer un banco o un armario, ese rincón extraño para crear una zona de trabajo o los techos altos con baldas hasta arriba, tu casa no solo crecerá también ganará practicidad y almacenaje (y eso sí que es un tesoro). Tu arma secreta para conseguir todo eso son los muebles a medida, quien sino, capaces de aprovechar hasta el último recoveco.