Las viviendas de hoy en día son cada vez más pequeñas, por lo que buscar un espacio para la zona de lavado y secado de la ropa es complicado. Así que toca echar un poco de imaginación e ingenio al asunto.
Si eres de los afortunados con una estancia (por pequeña que sea) para colocar una zona de lavado y secado, organízala de tal forma que puedas aprovecharla al máximo. Por supuesto, el lavadero debe contar con una toma de agua y desagüe. Como en cualquier habitación donde haya un grado alto de humedad, las paredes deben estar preparadas para ello, ya sea bien mediante alicatado cerámico o con pintura plástica.
Si dispones de metros suficientes, instala los elementos necesarios: lavadora, secadora, cesto de ropa, colgadores y tabla de planchar; no te irá mal también un armario para guardar los utensilios y productos de limpieza.
En la cocina
Si no dispones de esta estancia ni de un lavadero exterior, una buena ubicación donde integrar la zona de lavado es la cocina. Si no puedes colocar dos grandes electrodomésticos como la lavadora y secadora, una solución práctica es apilarlos, en columna. Si esta opción no es factible, existen las lavadoras-secadoras que realizan ambas funciones. Si panelas esta zona con los mismos frentes que el resto del mobiliario de cocina, lograrás que pase inadvertida y se fusione decorativamente en el ambiente.
Si no puedes integrar la zona de lavado ni en la cocina ni el baño, hay que buscar sitios alternativos como, aprovechar algún armario lo suficientemente amplio para acoger la lavadora, sobre ella un cesto con la ropa limpia para planchar, estantes para detergentes y suavizantes y la tabla de planchar en un lateral. Este armario puede estar en un distribuidor, por ejemplo; eso sí, necesitará una toma de corriente y salida de aguas como instalación básica. Hacerlo a medida sería lo ideal.
Y si tu casa es tan mini que no hay ni espacio para una lavadora, apúntate a la moda americana de las lavanderías de autoservicio. Algunos estudios aseguran que lavar la ropa en ellas supone un ahorro económico de un 20% al año y un ahorro importante de tiempo ya que la media de un lavado es de 45 minutos, bastante menos que el lavado normal en casa. ¡Siempre se debe mirar el lado bueno de las cosas!