Sí, hoy viajamos al pasado para llevarnos lo mejor de aquellos tiempos. La madera noble, las piezas con encanto, los azulejos con color, el ambiente cálido y acogedor que nos hacía cocinar a fuego lento y disfrutar del sabor más intenso.
¿Cuáles son las 10 claves de una cocina rústica?
1. ¡Mucha madera!
Y es que la madera es la reina indiscutible de las cocinas rústicas. En los frentes de los armarios, en las vigas del techo, en el suelo, como soporte de la campana o incluso combinada con otros materiales como la cal o el microcemento en cocinas campestres de aire más actual. En los muebles, si la pintas de blanco ganarás luminosidad y sensación de limpieza, y si la dejas de madera clara, más calidez. Si la madera es oscura, la mejor opción es que tenga un acabado envejecido.
2. Muebles de obra (campana incluida)
Exclusivamente de obra. O de obra y madera. Revestida de microcemento. O de cal. Con encimera de madera. O sin ella. Las opciones son muchas, pero el aire será siempre de lo más rústico porque los muebles de obra nos hacen pensar en las tradicionales casas de campo.
3. Armarios "libres"
Con muebles sin puertas, mostrando el interior, la cocina parecerá mucho grande porque ganará profundidad. Pero te obligará a mantenerlos organizados para que no se vea desordenada. ¿El truco para evitar el caos? Optar por cestos de fibra o cortinas, que dan un toque extra campestre. Si las eliges con color, darán mucha vida a la cocina.
4. Fibras naturales
Cestas para guardar, recipientes para la fruta, alfombras, sillas y taburetes de enea... Aportan aire natural inmediato y un irrefutable sabor a campo. Acompañadas de detalles metálicos y de porcelana blanca o decorada a mano, crearán un conjunto 100% rústico.
5. Color, color y color
Seamos sinceros: las cocinas urbanas las queremos serenas, discretas, absolutamente coordinadas... Sin embargo, en el campo, nos sentimos más libres, más happy, más abiertos a jugar y a salpicarlas con color. Sillas rojas, telas estampadas, muebles azules, en verde... No hay límites cromáticos. Y esto las hace mucho más acogedoras.
6. "Vestidos" de piedra, barro y pizarra
Tanto en la pared como en el suelo, los materiales naturales resultan muy acogedores, además de decorativos. Eso sí, ten en cuenta que oscurecen el espacio, así que es mejor instalar muebles claros para compensar el color intenso de algunos de estos materiales naturales.
7. Fregaderos traídos del pueblo
De mármol o piedra. Con formas redondeadas y cuencos profundos. Y acompañados de griferías con look antiguo. La mejor opción es hacerlos sobresalir del mueble porque son decorativos por sí solos.
Si los quieres perfectos tendrás que tener mucho cuidado con los golpes y los ácidos. Pero lo cierto es que, envejecidos y con pequeños desgastes, son más bellos todavía.
8. Piezas con encanto recuperadas
No hay discusión posible. Trasladan directamente al pasado, dan encanto a la cocina y pueden ser utilísimas. ¿Ejemplos? Una alacena con vitrina en la parte superior, una mesa tocinera como isla para trabajar los alimentos, un vajillero de madera colgado de la pared, sillas Thonet o de enea... ¡Ah! Y el hecho de ser diferentes al resto del mobiliario las hará destacar más y, con ello, ganarás "peso" rústico.
9. Paredes nostálgicas
Con azulejos retro. Un antepecho de baldosas o de mármol y el resto de la pared pintada o de piedra, dará un look retro a la cocina. Blancos o de tono muy claro, harán destacar los detalles. Con colores vistosos, ganarán más protagonismo. De acabado envejecido y de 20 x 20 cm quedan perfectos para este tipo de cocinas. Y si quieres nostalgia total, colócalos en rombo o a cartabón.
10. Detalles en hierro y cobre
Perfectos acompañando a maderas, microcemento, piedras, barro, azulejos y a todos los colores. Sillas, taburetes, cazuelas colgadas, latas a la vista en baldas... Tienes mil opciones para decorar y todas quedarán perfectas. Compruébalo. ¿Ya te ves cocinando en una cocina así?
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