Parece mentira que en plena era digital este mueble siga tan vigente. Y es que los amantes de la literatura lo tienen claro: ¡nada de esconder los libros! El salón es el escaparate ideal para exhibirlos y dónde y cómo mejor que en una bonita y práctica librería. Su diseño condicionará en gran medida el look decorativo de la sala, sin contar el gran servicio de almacenaje que este tipo de muebles procuran.

Al ser un mueble abierto, sirve para exponer objetos pequeños de manera ordenada, dando un toque desenfadado a la estancia. Es si, la incorporación de puertas en las librerías incrementa las posibilidades de almacenamiento, dejando oculto el contenido que no queramos exponer.

¿Qué librería necesitas?

Si tienes muchos libros, se recomienda ocupar toda una pared, modulando en distintos tamaños los estantes para que haya dinamismo y para tener opciones para los distintos tamaños de libros. Si tu biblioteca es limitada, opta por una estantería baja que sirva de aparador o banco.

Si los libros tienen mucho peso, hay que tener en cuenta la resistencia del material que utilicemos. Y, sobre todo, hay que tener cuidado con la inestabilidad. Si tienes pocos libros, puedes decantarte por un pladur. Si tienes muchos libros, escoge mejor una librería de madera, más resistente y menos deformable.

Si la librería es muy grande, elige el color blanco como protagonista, para que no se coma todo el espacio visualmente. Si, por el contrario, es pequeña y se compone de baldas regulares, puedes jugar con el lacado de color o las maderas al natural.

En nuestra extensa galería has podido comprobar las diferentes opciones que tienes. A medida, ocupará el espacio justo y necesario. Las modulares son especialmente versátiles y resultan dinámicas. Los diseños preestablecidos pueden ser más económicos y ofrecen distintas medidas y opciones de composición de sus estantes en la mayoría de casos.

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