“La terraza está completa, pero tenemos sitio dentro”. Es una frase bastante habitual cuando, en verano, salimos a comer al aire libre. Pero, ¿quién quiere estar dentro cuando llevamos medio año esperando el momento de disfrutar de los espacios outdoor. Tenemos una idea: monta tu terraza privada y tendrás siempre sitio VIP. Por pocos metros que tenga, seguro que puedes aprovechar estas ideas para decorar terrazas pequeñas.

Salones al fresco

El momento sofá es, indiscutiblemente, uno de los más esperados del día. Pero, cuando es el de la terraza, el efecto “qué gusto” se multiplica. Para ahorrar espacio hay truco. O mejor dicho, ¡trucos! Si tienes una esquina, lo ideal es un sofá rinconero. Además de sumar asientos, es genial para cuando montes aperitivos o el momento de las copas de después de cenar (y también es perfecto para tumbarte a tomar el sol). Bancos, sofá de poco fondo y mesas de centro poco voluminosas o ligeras, para poderlas mover fácilmente, son otros de los mejores aliados.

¿Cómo conseguir el estilo de los rooftop más famosos de la ciudad? Envolviendo tu terraza en madera. Conseguirás que sea estilosa y acogedora a partes iguales. Si quieres que tenga un look unificado, utiliza el mismo tipo de madera y grosor de listones en suelos y paredes. También puedes revestir el sofá, si es de obra, o los maceteros con ella.

¿Comemos fuera?

Cuando no hay muebles, los espacios nos parecen todavía más pequeños. Partiendo de aquí (de verdad, ¡es cierto!) para crear una zona de comedor al aire libre que resulte muy ligera escoge un juego de silla y mesas plegables de jardín en hierro. Sí, esas de las antiguas casas de campo. Tendrás un rinconcito perfecto para desayunar el fin de semana, tomar el brunch, el drunch ¡y todo lo que inventen! Pero si eres de los que invita a menudo (a casa, claro) entonces prioriza una zona de comedor un poquito más amplia. Quizá tengas que renunciar a tener más de un ambiente en la terraza, pero mejor uno bien hecho que dos incómodos.

Aquí me planto

Cuando se abre la veda (léase cuando llega el buen tiempo) de repente la terraza es la reina de la casa. Llénala de plantas para que, cada vez que salgas, sientas que entras en otra dimensión: una jungla, la selva, el campo… Para que no quede monótono y se vea más natural, combina varias plantas de diferentes alturas y tipo de verde, y colócalas repartidas por toda la terraza. Si puede ser, también en distintos niveles: en el suelo, sobre un escalón, encima de la mesa… Además, las plantas también pueden convertirse en una valla natural para mantener la privacidad de los vecinos más curiosos (no los habrás visto, pero los tienes… ¡nunca falla!).

Sol sí, pero a ratitos

La fiebre por el sol tiene un tiempo limitado. Cuando llevamos mucho rato expuestos, apetece un descanso. Así que si tu exterior es muy soleado necesitas un toldo o una pérgola. No ocupan espacio y te permitirán aprovechar al máximo esta zona, con lo que estarás ganando metros cuadrados en casa.

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