Cuando reformamos una cocina, la luz, la funcionalidad y el diseño son los tres pilares. La arquitecta Mónica Diago buscaba, además, para su propia casa en Madrid un mobiliario duradero y afín a su estilo. "Quería un modelo de líneas puras, elegante a la vez que sencillo, y sobre todo muy práctico. Me apetecía comunicarlo visualmente con el salón y que diera sensación de luz y amplitud", nos cuenta. Y ya que todo proyecto sale mejor si contamos con los aliados adecuados, la interiorista acudió a Cocinas Santos.
Así es como la arquitecta Mónica Diago ha logrado una cocina que comunica directamente con el salón y que cuenta con una gran isla central que ya es el corazón de toda la vivienda. ¿Su elección? Muebles con el diseño FINE de Santos en acabado Blanco Sapporo Seda.
Además, la estancia también incluye otros espacios para disfrutar, como una zona office o sus grandes armarios para ampliar el almacenaje. Todo, por supuesto, escogido con mimo y con gran conocimiento del diseño para crear una cocina atemporal. ¿Quieres verla?
La espectacular cocina con isla de mónica diago
No hay nada mejor que una vivienda que comunique espacios. Esto es estupendo para que la energía fluya por toda la casa y que podamos disfrutar de momentos con nuestros seres queridos mucho más fácilmente. La cocina de Mónica Diago se organiza alrededor de una isla central que incluye la zona de cocción. La encimera se prolonga hacia la cara exterior del mueble y funciona como barra de desayunos, meriendas o picoteos. ¡Muy práctica para la familia!
Para crear más privacidad, decidieron instalar unas puertas de cristal con marco en negro que pudieran cerrarse y abrirse para evitar posibles olores de comida por toda la casa o ruidos. El color oscuro aporta a la estancia un toque elegante muy atemporal, así como la forma tipo vidriera de las puertas.
Cocinas Santos se ocupó de la organización de los armarios, donde el minimalismo y sencillez han sido protagonistas. Gracias a la ausencia de tiradores, la cocina transmite mucha más calma y orden. El color blanco es el responsable de unificar todos los elementos de la estancia, desde la encimera a la isla o la mesa. Además, aporta gran luz y mucha calidez.
Para aprovechar al máximo el espacio de la cocina, colocaron un armario alto que siguiera la forma diagonal de la estancia. Aquí colocaron la nevera y congelador totalmente integrados.
El espacio central fue reservado para el horno, vinoteca y microondas, que fueron puestos de forma vertical. Esto es un truco estupendo para solo concentrar el color oscuro de los electrodomésticos en un lateral de la cocina y dejar el resto totalmente despejado y sin nada que distraiga nuestra vista.
Las zonas de preparación y fregado se ubican frente a una ventana para aprovechar la luz. Al igual que en la isla, la encimera es blanca de resina que evita las uniones y juntas, resulta muy higiénica, fácil de limpiar y multiplica la luz y la sensación de amplitud de la cocina.
La zona de office tiene el toque de estilo con las sillas de mimbre parisinas que combinan el color gris y el blanco para aportar estampado a la blanca cocina. Así, el papel pintado en espiga también sigue la tendencia de las sillas, y hace que la estancia sea mucho más interesante.
La isla está equipada con vitrocerámica y cajones preparados con separadores para tenerlo todo bien organizado. ¡No sirve de nada una cocina bonita si no está bien preparada! Y es que todos los electrodomésticos también están integrados, como el lavavajillas o nevera.
La zona de desayuno está panelada en madera vertical y cuenta también con un enchufe para que nos sirva como zona de office. Sus taburetes están tapizados en un estampado similar al de las sillas, algo que sigue totalmente con la línea estética de la cocina.
Al final, también podemos observar una parte destinada a más almacenaje, sobre todo de juguetes y peluches, demostrándonos, una vez más, que es un espacio para ser vivido en familia.