Un proyecto de piscina y jardín al detalle

Situado en la Urbanización Monteclaro de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, este es un proyecto del estudio de paisajismo Dstudio y de Daniel Valera. El proyecto implicó tres meses de trabajo de estudio y varios meses de obra.

Antes la casa tenía una pequeña vivienda de invitados que se encontraba ajena a la vivienda principal. Con la reforma, eliminaron la cubierta a dos aguas de este módulo y la integraron por medio de una estructura de lamas de madera, similar a las que se encuentra en las zonas de solarium y piscina. Ahora es una zona de estar muy agradable.

Desde un inicio, el equipo de diseño quiso mantener el formato y el tamaño de la piscina original. Sin embargo, se propuso una modificación en el acceso, pues como ocurre con muchas piscinas antiguas, no contaba con una fácil entrada y salida del agua. Dstudio propuso unas escaleras de ancho completo de la piscina, con peldaños amplios para funcionar a modo de gradas para sentarse, lo que implicó una modificación en el sistema hidráulico de impulsores y skimmers. 

Fabricada en acero corten, la pieza que rodea la piscina juega un papel fundamental en el jardín. Es un nexo de unión entre el jardín delantero y el jardín trasero y crea un efecto muy llamativo al permanecer oculta a simple vista entre los árboles. Durante el verano, el contraste del verde con el óxido sorprende y en otoño, cuando las hojas se tornan rojas, el jardín pasa a tener más importancia que la piscina.

Las lamas de madera que vimos en el porche están presentes en las zonas de solarium y piscina. Las tumbonas son de obra, con colchonetas y cojines con textiles de exterior.

La idea del estudio fue crear espacios naturalmente frescos y sin impacto ecológico. Así, el porche bajo los árboles y con la ventilación natural que entra a través de las lamas es muy sostenible. "La elección de materiales de cercanía o un correcto aprovechamiento de los transportes durante la obra ha dado como resultado un impacto mínimo en la huella de carbono de la obra", explican.

La iluminación perimetral ha sido otra de las claves para disfrutar del jardín.

El jardín de corte se ha planteado como un proyecto paisajista, que puede ser recorrido de diferentes maneras y puntos de vista. La parcela se salpica de distintas especies de árboles como las lagestroemias (Lagestroemia indica), los liquidambar (Liquidambar styraciflua) o los cerezos (Prunus cerasifera) japoneses de una forma que parece aleatoria, pero perfectamente estudiada. Se ha reducido en un 60% la superficie de pradera de césped, lo que conllevará un consiguiente ahorro de agua.