Llegar a un hotel rural y que te den la habitación con techo abuhardillado o con vigas de madera a la vista… ¡es premio! Pero, ¿por qué esperar hasta la siguiente escapada al campo para disfrutar de su encanto? Si te apasiona este estilo, cópialo.

La clave es dar protagonismo a los materiales más naturales como la madera, la piedra y las fibras vegetales, así como rescatar piezas antiguas para amueblar los dormitorios, como estructuras de cama, cómodas, bancos o sillas. Las flores y las plantas silvestres -tanto frescas como secas- son el detalle que completan el atrezo de estos dormitorios rústicos.

Trucos para conseguir el toque rústico

  • Si es una casa antigua, recupera las paredes originales de piedra
  • La madera, en todas partes: paredes, techos, suelos, muebles…
  • Recupera piezas antiguas: una cómoda vieja, sillas de mimbre, vigas a la vista, puertas, contraventanas…
  • Utiliza telas muy naturales como lino, algodón o lana
  • Suma un toque natural: un jarrón con flores frescas, un ramo de lavanda seco o un capazo con flores silvestres
  • Chimenea: el broche final

Rústico para todos los gustos

El tosco. Es el más austero de todos y también el más de pueblo. Madera oscura, vigas al natural y paredes de piedra sin tratar. Y, los muebles, de líneas rectas, sin filigranas. Tiene mucha personalidad, pero para atenuar su dureza hay que prestar mucha atención a los textiles como la ropa de cama o las cortinas, que restarán esa aspereza.

El Provenzal. La madera es más clara, incluso decapada o blanqueada. Aunque mantienen su esencia original, los muebles admiten ciertos giros clásicos de inspiración afrancesada, como cabeceros sinuosos y tapizados, sillas con patas cabriolé o lámparas con pies torneados.

En blanco. Es la versión más modernizada y actualizada del estilo rústico. Este color atenúa su tosquedad, suma luz y consigue que encaje en ambientes no exclusivamente rurales. En este caso lo ideal es evitar el uso de otros colores. Basta con la madera y el blanco. A lo sumo, toques de verde con plantas o tonos neutros como beige o gris en los textiles. Cuantos menos añadidos en la paleta cromática, mejor.

En estos 60 dormitorios desconectar es tan fácil que basta con cruzar el umbral.