Según la psicología del color, nuestras emociones están directamente conectadas con las elecciones cromáticas que hacemos a diario: desde nuestra ropa o nuestro maquillaje, hasta la decoración de nuestro hogar, cada color despierta en nosotros una sensación distinta. Eso sí: pintar las paredes de casa debe ser algo más que un impulso, y hay varios factores a considerar. Dado que el dormitorio debe ser un santuario de descanso en el que podamos dejar atrás el estrés diario, es importante buscar formas efectivas de mejorar la calidad del sueño y crear un ambiente propicio para la relajación: la pintura, aunque pueda parecer sorprendente, es una forma infalible de conseguirlo. Sigue leyendo porque te contamos qué colores han demostrado ser especialmente relajantes y cómo pueden ayudarte a transformar tu estancia en un remanso de paz.
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