Con 25 m2, a esta cocina no le falta de nada. Y aún así, destaca por su diafanidad. Y es que la clave ha sido la planificación del espacio, con una gran isla central que reúne la zona de aguas y cocción y que cuenta con mucho espacio para guardar y dos frentes de armarios: uno tras la isla, que reúne, además, los electrodomésticos; y el otro con estanterías junto al office. Así, se ha dejado mucho espacio libre que intensifica, aún más, la sensación de amplitud.