Cocinas de "estilo español": por qué son las favoritas de los americanos (y a nosotros nos obsesionan)

El uso de azulejos tradicionales para encimeras y suelos no solo proporciona durabilidad, sino una belleza muy particular y arraigada a nuestras tradiciones. Hubo un tiempo en el que se apostó por una moda minimalista, de cocinas lisas, encimeras impolutas y líneas muy sencillas, pero el rusticismo vuelve, y más en esta época del año para las casitas de campo o con vistas al mar. En esta reforma, los interioristas apostaron por el modelo Zellige, un tipo de azulejo decorativo tradicional fabricado artesanalmente en Marruecos. Los matices de color y la variedad de formas son parte de encanto, puesto que cada pieza es diferente y hace honor a la tradición artesana. Un valor en alza.

Antiguamente, las paredes encaladas de casi un metro de grosor y los arcos se utilizaban en las casas para protegerlas del calor en verano y hacerlas más cálidas en invierno. Eran una constante en las casas tradicionales que seguimos viendo en Andalucía, Baleares, Canarias o el litoral mediterráneo. Son el recuerdo de un pasado que habla a través de las paredes y que no pueden faltar en cocinas a las que se quiera dar un aspecto rústico.

En la cocina reformada por Bungalowe, como hemos visto en otras imágenes, se reestructuró el arco (que originalmente era la entrada al comedor) enmarcando así la pared para lograr un diseño cohesivo y auténtico de estilo español.

Los colores cálidos y naturales como base siempre ayudan a crear una atmósfera acogedora. Optimiza esta sensación con maderas nobles sin tratar, dejando a la vista sus vetas e imperfecciones, con paredes encaladas, de piedra o estucadas en tonos neutros, piedra o tierra, que produce ese efecto con textura que siempre abraza los ambientes; con suelos de barro, tonos terracota o detalles cerámicos que honran la artesanía…

Los suelos de barro cocido evocan los pavimentos antiguos y hoy se reinventan en nuevos y creativos formatos con guiños al pasado. En la reforma hecha por Bugalowe, se utilizó el modelo Saltillo, que es un tipo de baldosa que se origina en Satillo (México). Son de barro cocido, color terracota y nada uniforme, con textura irregular y poros visibles que le aporta ese necesario encanto rústico.

En España tenemos lugares que son auténticos paraísos y sería un pecado no disfrutar de ellos siempre que sea posible. Por eso, las casas “a la española” tienden a abrirse al exterior y a buscar esa conexión constante con la luz natural y la propia naturaleza. Las cocinas se integran con el paisaje a través de los colores y detalles decorativos donde no faltan las flores, las plantas y las grandes macetas de fibra o cerámica. ¡Por cierto! El color verde en las cocinas es tendencia total, así que los interioristas de Buganlowe han acertado de pleno eligiendo ese color en el revestimiento de la encimera.

Las cocinas de obra son las que se construyen in situ, no se fabrican. Su mobiliario y otros elementos, como la campana, están contruídas mediante albañilería. Son típicas de las casas de campo y hoy en día contribuyen a crear ese rústico actualizado que tanto nos gusta en El Mueble. Este tipo de cocinas de estilo español tradicional prescinden de muebles altos que producen cierto ruido visual y potencian su funcionalidad con muchísima capacidad de almacenaje, aprovechando cada pared para crear grandes armarios con baldas y puertas de madera.

Antiguamente, las casas tradicionales tenían techos bajitos, muchas veces abovedados, con lo cual era complicado poner módulos altos en las paredes. En su lugar, y para ganar espacio de almacenaje, se recurría a repisas decorativas o baldas de madera para tener los utensilios, los botes y las especias a mano. Una tendencia que se prolonga hasta nuestros días y que Bungalowe ha reinterpretado en su reforma californiana.

Un buen proyecto de iluminación no puede faltar en la cocina, porque será el responsable de crear un ambiente determinado dentro del propio espacio. Las cocinas de estilo español abogan por la sutileza y las luces cálidas. Incorporan varios puntos de luz iluminando la isla y la zona de trabajo, con lámparas de techo de fibras naturales, pantallas de lino o elevando su sencillez a la máxima potencia con tan solo unas bombillas, como vemos en esta imagen.

La vida antes se hacía alrededor de la cocina. Era lugar de reunión, donde se fraguaba el día a día cerca de los fogones y de una buena mesa. De esa herencia, seguimos conservando esa idea de hacer de la cocina un espacio de reunión, donde cocinar, charlar y comer en familia. Por eso, no suelen faltar un buen office cerca de la zona de trabajo, con muchas sillas, bancos corridos o bancadas de obra sobre las que sentarse sobre cómodos cojines. Hoy en día, también es tendencia habilitar una zona de la isla con taburetes como espacio para desayunar.

Es lo que ha hecho Bungalowe en su cocina de estilo español, diseñándola de tal manera que permita comer y charlar, con taburetes acolchados y muy cómodos y vistas al resto del espacio. Muy cerca, como vemos en esta imagen, se ha habilitado una zona de office con vistas, con una pequeña mesa y un banco a medida de madera que aprovecha cada pequeño recoveco.

El estilo rústico no está reñido con los muebles de diseño, ¡todo lo contrario! En la variedad está el gusto y nunca está de más crear un efecto ‘wow’ combinando piezas modernas con otras que guarden esa personalidad de antaño. Eso sí, con una condición, los detalles rústicos que evocan a las cocinas de antes siempre han de estar a la vista: las bandejas, las tablas de cortar, los botijos, las vasijas, los utensilios colgados por las paredes o encima de los fogones… ¡Mezcla y gana!