El color gusta, pero da un poco de miedo. Sobre todo cuando se trata de usarlo en casa. Solemos optar por blanco o el beige para ir a lo seguro y que combina con todo. Y falta de razón no tendríamos, porque el blanco, el beige o el tan de moda greige (mix de gris y beige) son una apuesta ganadora en casa, sobre todo a la hora de pintar las paredes.
Pero algo está cambiando. Porque las tendencias deco cada vez apuestan más (y se arriesgan más) por el color. Prueba de ello es la moda por el half painted, por pintar geometrías en las paredes de casa o el color-block. Además, cada vez es más habitual que las marcas de pintura tengan entre sus propuestas estrella colores intensos de gran personalidad.
Así que, ¿por qué no atreverse con el color en el comedor? Puestos a "arriesgarse", el comedor es una estancia perfecta, porque en comparación con el salón o incluso con el dormitorio, es de los espacios de la casa donde solemos estar menos tiempo.
Por lo que, darle color al comedor es una manera de tentarte sin asumir grandes riesgos. Y no es necesario pintar una pared de un color llamativo, basta con elegir una alfombra colorista o unas lámparas con color. Tú eliges hasta qué punto quieres colorear tu comedor, tu casa y tu vida.