12 ideas fáciles y estilosas para redecorar un salón de pueblo

Despídete de esos muebles viejos o anticuados y sustitúyelos por nuevas piezas de fibra vegetal, como unos sillones de ratán o bambú y una alfombra de yute o sisal. Aportarán un aire fresco y natural ideal con el entorno campestre y te ayudarán a crear una atmósfera acogedora y relajante. Además, estos materiales son ligeros y fáciles de mover, lo que facilita la distribución del espacio según las necesidades. 

¿Te das cuenta de que tu salón se vería mucho más amplio y luminoso con el color blanco como telón de fondo? Más aún si el techo es de vigas vistas de madera, pues ganarás sensación de altura y se suavizará el aspecto rústico de la viguería. Recuerda que el blanco es un lienzo neutro que permite incorporar fácilmente otros elementos decorativos, como muebles de ratán o detalles en madera, realzando el carácter campestre y añadiendo un toque moderno. 

El arte contemporáneo, además de añadir un toque de sofisticación y personalidad al espacio, creará un atractivo contraste con la rusticidad del entorno rural. Estas obras, con colores vibrantes, formas abstractas o temáticas modernas, darán vida a las paredes y transformarán el salón en un espacio dinámico.

Ahora que ya te hemos convencido que cambies el color de las paredes, valora la posibilidad de aplicar mortero o pintura de arcilla tipo Ecoclay, en lugar de la pintura plástica de siempre. Estos revestimientos ofrecen una textura única y proporcionan beneficios adicionales como la regulación de la humedad y absorción de olores, lo cual es especialmente beneficioso en ambientes rurales. Además, la arcilla es un material sostenible y ecológico, que contribuirá a crear una atmósfera acogedora y cálida, complementando perfectamente el ambiente relajado y natural que se desea en una casa de campo.

Seguramente ya conozcas el poder de los complementos textiles a la hora de renovar el look de cualquier estancia. Bien, es el momento de llevar la teoría al salón de tu casa de campo. Si tus sofás son de color blanco, beige o gris clarito, no lo dudes: juega con tonalidades verdes y azules. ¡Son tendencia este verano!

Además de proteger los sofás de machas y desgaste, las fundas permiten cambiar fácilmente el aspecto del mueble según las temporadas o preferencias personales, proporcionando una solución versátil y económica para mantener el salón de tu casa de campo siempre fresco y actualizado. 

Prueba con diferentes disposiciones hasta encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades. Muebles como mesas auxiliares ligeras, sillas apilables o incluso sofás modulares facilitan ajustes rápidos y ofrece la oportunidad de aprovechar al máximo la luz natural y las vistas exteriores.  

Cuando las vistas del paisaje son tan increíbles como las de este salón, dejar que se "cuelen" en el interior es una idea magnífica para aprovechar al máximo la belleza natural del entorno. Así que, si es tu caso, lo mejor es que optes por vestir las ventanas o puertas acristaladas con visillos o cortinas ligeras que preserven la privacidad sin bloquear las vistas. 

Es hora de resolver la iluminación con lámparas más actuales y de tendencia. No solo ofrecen una iluminación más eficiente y adaptable a diferentes ambientes y actividades, sino que también enriquecen la decoración y pueden aportar un toque de sofisticación y estilo. 

En la zona de estar del salón de tu casa del pueblo, también puede quedar de maravilla un ventilador de techo. Estos aparatos ofrecen una forma eficiente y económica de mantener el ambiente fresco durante los días calurosos de verano, especialmente en áreas rurales donde el clima puede ser más extremo. Son silenciosos ¡y muy decorativos!

Una excelente idea para agregar personalidad y estilo al salón es decorar la pared principal con papel pintado. Hay infinidad de diseños: desde estampados florales hasta texturas imitando materiales naturales como madera o piedra, que pueden realzar la atmósfera campestre. 

Si el suelo de tu salón está muy deteriorado y deseas renovarlo sin engorrosas obras, tienes varias opciones: desde suelos vinílicos autoadhesivos, que se instalan directamente sobre el suelo existente –algunos diseños imitan madera y piedra–, hasta laminados, que se colocan flotantes sobre una capa base sin necesidad de pegamento, lo que facilita la instalación y minimiza el tiempo de obra.