10 dormitorios que debes ver antes de que llegue invierno 2024-2025 para copiar miles de ideas cálidas y muy estilosas

El cabecero de tu cama es la clave para dar carácter y estilo a la estancia. Y, entre las muchas opciones disponibles, los tapizados son una alternativa cálida, que decoran por sí solos, protegen la pared y encajan en cualquier estilo. En este dormitorio se ha elegido un tapizado de rayas verticales, estiloso y confortable confortable, que garantiza un mullido descanso. Aunque tenga protagonismo por sí mismo, puedes jugar al "más es más" colocándolo sobre una pared con papel pintado efecto textura.

Este dormitorio tan elegante lo encontramos en una finca regia en pleno corazón de Barcelona, y combina su porte señorial de techos altos y molduras con pinceladas de tendencia. La nueva temporada nos trae de vuelta el terciopelo, de ahí que se haya elegido un banco de capitoné con soporte de hierro situado a los pies de la cama. Su color verde oliva es sinónimo de otoño y encaja perfectamente con la funda nórdica, los cojines y los detalles rescatados de anticuarios y herencias repartidos por toda la habitación. No te olvides de colocarlo sobre una confortable alfombra, que aísla, protege el suelo de las pisadas y los pies del frío, creando atmósferas acogedoras y confortables. Recuerda este dato que nos aporta la estilista e interiorista Dafne Vijande para no fallar: "en el dormitorio, la alfombra no debe ser de menos de 80 cm de ancho, porque se vería ridícula. En cambio, queda muy bonito una gran alfombra que parta unos 30cm de las mesillas de noche y se prolongue 100-150 cm de los pies de la cama, así se verá un espacio muy vestido y muy acogedor". 

Si leer en verano a la sombra es un placer, también lo es cuando llega el otoño, recogida en el sofá con una mantita por encima. Para los ávidos lectores, crear un rincón de lectura en un rincón de la habitación sumará muchos puntos. Pia Capdevila lo ha hecho junto a la ventana, con una banqueta de cuerda para leer con luz natural, donde también se pueden dejar los cojines por la noche. Con pequeños toques se puede vestir espacios vacíos y darles un aire más recogido sin recargar.

El estampado de rayas marineras es un patrón clásico muy utilizado en verano. Si lo quieres poner en un dormitorio para la temporada otoño-invierno, nada mejor que escoger un papel pintado con efecto texturizado como éste, que simula el tacto de las fibras naturales. Recuerda que las rayas verticales generan un efecto visual que ayuda a ganar altura y las horizontales, a ensanchar el ambiente para que parezca más amplio. Nos encanta la combinación con un cabecero tapizado en beige, que ayuda a ganar luminosidad, y los rosas deslavados de la ropa de cama.

El estilo rústico es un comodín que siempre apetece, tanto en invierno como en verano. Cuando se utiliza para decorar estancias en esta época de entretiempo es especialmente atractivo, ya que se busca ese extra de calidez a través de los tejidos, los acabados y los colores. Lo vemos en esta habitación de dos camas situada en una casita del Ampurdán, obra de Irma Aleu, de Aleu Viñets Arquitectura. Su propia estructura ya crea un ambiente que nos abraza, con sus vigas de madera en el techo, su suelo porcelánico y ese ventanal con salida al exterior que lo llena de la luz cálida del otoño. Los colores de la naturaleza entran en el dormitorio a través de los textiles: los ocres de las mantitas, el verde oliva de los cojines, muy campestre y lleno de vida, y las fibras naturales de las lámparas de techo, los bancos y taburetes, tan decorativos como funcionales. La mesita de noche, de madera, refuerza el estilo rústico que se ve en toda la casa. ¿Un tip? Decórala con un pequeño jarroncito o un vaso y flores silvestres de temporada para darle el toque otoñal.

Cuando el dormitorio prescinde de cabecero, hay que centrar toda la atención en los textiles para abrazar la habitación. Pocas sensaciones son tan agradables como acurrucarse entre mantas y edredones cuando comienza el frío. Sin embargo, en esta época no es necesario pasarse, recuerda que la temperatura recomendada para un sueño reconfortante oscila entre los 19 y los 22 º C. Con una colcha colocada media altura de la cama, una mantita ligera o un plaid de lino grueso en tonos otoñales será suficiente para vestir tu cama durante las próximas semanas.

Aunque la mayoría de interioristas recomiendan las cortinas y los estores de estricto color blanco, es cierto que en el último año se están concediendo ciertas licencias a los tonos beige y tierra por su capacidad para hacer las estancias mucho más acogedoras, ya que matizan la luz de manera diferente. Fíjate sino en esta habitación en tonos azules grisáceos, donde la frescura de los estores de lino se contrarresta con un panelado de madera a modo de cabecero y una alfombra de nudo grueso que cambia radicalmente el tono de la habitación, anticipándonos la llegada de las bajas temperaturas.

A veces, aprovecharse de los propios elementos estructurales es suficiente para crear un dormitorio bonito y con encanto. Lo vemos en esta habitación, en la que se ha creado un falso cabecero con el propio arrimadero con molduras que impregna de aire clásico el ambiente. Es una manera de dar un toque calentito a la decoración y, de paso, crear un juego visual muy particular, ya que al pintarlo de blanco aporta luminosidad y amplitud.

En cuanto a la forma de vestir la cama con textiles nos quedamos con dos claves para este otoño. La primera es que no tienes por qué prescindir de las alfombras de fibras cuando llega el frío: ¡pon varias y vencerás! ¿La segunda? El uso de un topper a los pies de la cama, que aporta un toque mullido y vistoso, y un cubrecanapé de lino en tonos tierra, que genera una sensación mucho más acogedora.