Pisos pequeños: 10 veces en las que un cabecero fue la solución a un dormitorio pequeño

En este dormitorio pequeño, Mar Marcos y Olga Gil-Vernet idearon este completo cabecero para dar solución al almacenamiento. Una estructura con armarios altos y una hornacina central para salvar dos pilares que enmarcaban demasiado el espacio. La parte baja del mueble la decoraron con molduras, a juego con el armario ropero a los pies de la cama. Bajo la ventana idearon también un escritorio a medida.

¡Nos encanta este cabecero porque lo tiene todo! Solange Van Dorssen diseñó este modelo en blanco y madera de 120 cm de alto con una práctica repisa para depositar objetos. Incluye una hornacina con cajón a cada lado. Y lo mejor de todo es que el cabecero se prolonga a modo de cómoda alternando cajones de diferentes medidas. Para sacar partido bajo la ventana, ideó un banco zapatero que también sirve de asiento mirador. 

Este otro cabecero de obra con repisa va rodeado con una estructura puente, una solución ideal para un dormitorio pequeño. Cuenta con armarios a los lados y en la parte superior, y sus frentes son de cuarterones. Para no saturar el ambiente, el mueble no llega hasta el techo, con lo que también se puede almacenar arriba. Eso sí, en cajas para mantener el orden. Si quieres puedes dotar de capacidad interior al cabecero y rematar la repisa con una tapa. Lacado todo en blanco, como las paredes y el techo, da luminosidad y amplitud al dormitorio.

Marta Tobella nos propone en este dormitorio un cálido cabecero de roble, tipo murete, realizado a medida. Cuenta con repisa y hornacinas a los lados, a modo de mesillas de noche. ¡Y sólo tiene 15 cm de fondo! A continuación, Marta también diseñó un banco con capacidad de almacenaje que situó bajo la ventana. Sirve de descalzador y para dejar ropa encima.

Los dormitorios abuhardillados suelen tener problemas de espacio. Para ganar centímetros, Deulonder Arquitectura Doméstica ideó este cabecero tan especial. El suelo de roble oscuro sube por la parte alta de la pared en contraste con las vigas claras. Unas hornacinas hacen de estanterías y mesillas de noche. Estas últimas se presentan por duplicado. La parte baja la forraron con tela gris, a modo de arrimadero.

El interiorista Iñaki Mujika se decantó en este dormitorio pequeño por un cabecero lacado en blanco cálido muy discreto. El mueble, que va de pared a pared, cuenta con armarios superiores de frentes lisos, hornacinas de diferente profundidad y unas cajoneras integradas con bandejas extraíbles que pasan desapercibidas. Las diferentes soluciones de almacenaje logran que impere el orden y evitan el ruido visual.

Asun Antó y Javi Baldrich diseñaron este cabecero de Pladur® lacado en blanco con balda para decorar, hornacinas como mini librerías y unas cajoneras hasta el suelo. Realizado a medida, va de pared a pared para aprovechar al máximo todo el espacio. Textiles y complementos se encargan de poner el toque cálido.

María Lizárraga, interiorista de IKEA, dispuso en este dormitorio abuhardillado un cabecero de obra blanco con repisa muy bien flanqueado por dos armarios roperos. Una magnífica manera de aprovechar el espacio en zonas de baja altura.

Una buena solución en dormitorios pequeños es instalar la cama en medio de la estancia. De esta forma el cabecero no llega a la pared, y puedes aprovechar ese pasillo que queda libre para hacer un mini vestidor. Fue lo que hizo aquí Pia Capdevila: diseñar un cabecero de doble cara que zonifica. ¿Más ideas? Integrar unas mesillas voladas y crear unas estanterías a los lados del cabecero. Y en la parte de atrás también puedes colocar armarios o huecos de almacenaje. 

Si te gustan los cabeceros de madera, este te va a encantar. Elena Eyre ha elegido este modelo con repisa para colocar un cuadro y unas flores. Lo que no se ve es lo que oculta a ambos lados: pequeños estantes extraíbles para tener a mano tus libros, el cargador, las gafas o el móvil. ¿Qué te parece?