1. Tira la pared que separa la zona de la ducha del dormitorio y sustitúyela por un fijo de cristal.
2. Deja todas las paredes del baño salvo la de la ducha en pintura plástica en tono neutro.
3. Pon una bañera exenta sobre un suelo de baldosas geométricas que se "fundan" con madera en el resto de planta.
4. Anima los tonos neutros, si quieres que predominen como fondo atemporal, con el brillo del dorado en griferías y accesorios.
5. Enmarca la zona del lavabo o de la ducha con azulejos geométricos (por ejemplo, hexagonales) en color coral. El resto de paredes, en tono neutro.
6. ¿Te atreves con la grifería en negro? Entonces juega también con las juntas entre baldosas en este color
7. Recubre el techo en madera en un tono suave y darás calidez a todo el conjunto