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Actualizado a 21 de marzo de 2024, 11:50
Una de las tendencias más elegantes de 2024 para el salón es el estilo neoclásico.
El Mueble
Las tendencias en decoración e interiorismo son intangibles y difíciles de medir. A veces son la suma de muchos conceptos, otras son fórmulas rescatadas del pasado y maquilladas con un filtro de actualidad. Su presencia se deja intuir de una forma sutil, haciéndose visible poco a poco, hasta que es tan evidente que acaba por asentarse en el imaginario común. Es lo que ha ocurrido con el llamado estilo neoclásico que los expertos han llevado a la primera plana de las tendencias en su versión más relajada. Con incluir algún toque sería suficiente.
Como su propio nombre indica, hablamos de un clásico renovado, que nos devuelve algunas pinceladas de antaño actualizadas bajo el paraguas del minimalismo. Esto se hace patente y luce en todo su esplendor en los salones más elegantes de 2024, donde se puede dar rienda suelta a la tendencia sin pudor, que se compensa con muebles y detalles sencillos en la decoración. Todo se mezcla sin recargar, creando ambientes serenos y sofisticados que marcarán las directrices estilísticas de los próximos meses. Si quieres saber cómo conseguir el salón más elegante del 2024, no te pierdas las claves que te mostramos a continuación.
En los últimos años hemos visto como las líneas sencillas lo abarcan todo. A la hora de construir, las florituras quedaron en un segundo plano a favor de espacios fríos e impersonales que no transmitían calidez más allá de la propia decoración. Ahora, la base de las casas vuelve a cobrar la importancia que se daba años atrás y los elementos constructivos vuelven a cobrar vida. Las molduras son el signo más evidente de ello y ayudan a crear salones elegantes por sí mismos.
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Un salón con molduras en paredes y techos.
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Techos señoriales
Las vigas rústicas y los techos calentitos revestidos en madera seguirán entre nosotros, pero han cedido parte de su protagonismo a los techos señoriales que recuperan el esplendor de las construcciones de antes. Las molduras también lucen en el techo y reivindican un ‘más es más’ que luego se compensa con una decoración serena con materiales naturales y de líneas armónicas y agradables.
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Salón en tonos beiges con cortinas
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La importancia de las cortinas
Las cortinas vuelven a cobrar importancia, salvo que ahora se lleva a su versión más sutil, prescindiendo de estampados y apostado por los colores lisos (desde los tierras hasta los grises, olvidando los tradicionales blancos). Por eso se incorporan gramajes mucho más altos, con los que se consigue mayor opacidad. Las cortinas en tejidos de cáñamo y lino 100% tamizan la luz natural y crean atmósferas serenas y envolventes. Las de terciopelo también tienen cabida acompañadas de visillos livianos, eso sí, recuerda que para crear un ambiente elegante en tu salón las cortinas arrastren un poco. Por su parte, los estores de yute, que serán ligeros, discretos y elegantes. Junto a las alfombras, ayudan a poner un puntito de luz al ambiente.
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Salón cálido y bien aprovechado con sofás beige.
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Espacios muy neutros que funcionan como un todo
El salón de este 2024 nos traslada a una atmósfera limpia y depurada, seria y sofisticada, sin demasiados elementos, pero bien seleccionados. Todo parece invitar al recogimiento en casa, en un ambiente sereno y confortable, presidido por una combinación de tonos neutros que funcionan como un todo. La era del total white parece haber tocado a su fin y ahora, la elegancia se basa en la gama de los colores crudos. Sofás con presencia, alfombras grandes que reclaman su protagonismo, mesitas de mármol travertino, cortinas, mantitas, cojines… todo se mimetiza y encaja, siempre y cuando se juegue con diferentes texturas y acabados.
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Salón con sofá beige, cojines verdes y zona de trabajo.
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Los frisos reclaman su protagonismo
El estilo inglés es irremediablemente sinónimo de elegancia y si hay algo que no falta en las casas más british son los revestimientos de las paredes con frisos de madera. Abrigan el salón, suben el nivel de la decoración y, encima, protegen las paredes. Asun Antó, de Coton et Bois, lo sabe bien y no duda en utilizarlo en muchas de sus reformas, como en este piso de Barcelona tan acogedor.
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Salón elegante y luminoso con sofás blancos, mesa de centro blanca, cortinas
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Apliques especiales
La luz es primordial en todo proyecto de interiorismo, dando importancia a los colores cálidos para crear ambientes acogedores y a los puntos de luz para sumar sofisticación. Aquí los apliques tienen mucho que decir. Lejos de las formas depuradas y minimalistas que han sido protagonistas en los últimos años, hoy se rescatan los diseños más elaborados, metálicos y con motivos florales, con estética art Nouveau o con tulipas tapizadas siguiendo la estética del resto del salón… Los pequeños detalles también son importanes.
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Salón con chimenea blanca con molduras.
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Chimeneas revestidas
Quien tiene una chimenea en el salón tiene un tesoro. Aunque a día de hoy disfrutamos de una amplia oferta, los fieles del estilo neoclásico defienden las de toda la vida, las que están enmarcadas en mármol, piedra o con molduras que tienen el tiro en la pared con salida exterior y precisan licencia de obra. Siempre se pueden personalizar y dan mucha categoría al salón. Sabemos que no es habitual poder tener una en casa, pero su estética es irremediablemente atractiva, aunque solo sea para mirar y soñar despiertos.
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Salón con suelo de parquet de espiga mesa de centro de madera y sofá gris oscuro
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Suelos de madera de espiga
Los suelos de madera son tendencia por razones obvias, como su durabilidad, calidez y mantenimiento relativamente sencillo, por no hablar de que consiguen que el salón parezca mucho más elegante. Sin embargo, si hay una forma clásica de colocarlo en espacios distinguidos ese es el parquet en espiga. Desde los salones aristocráticos, a los clubs ingleses o a las casas del centro de las grandes ciudades europeas, un parqué en espiga ha sido siempre sinónimo de calidad y elegancia y parece que ahora vuelve por la puerta grande.
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Salón comedor con cuadros de colores
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Detalles especiales
Siempre está bien romper los espacios elegantes y serenos con una pincelada de color, un toque canalla o un detalle inesperado que se salga completamente de la tónica del salón. Por eso, nunca están de más las piezas de arte a todo color, esculturas clásicas o divertidas sobre peanas macizas, grandes espejos que ayuden a reflejar la luz… Aquí, el límite lo marca tu imaginación, porque todo en pequeñas dosis suele encajar bien en el estilo neoclásico.
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Panel de listones de madera que camufla entrada al baño.
David Montero para RQH Studio
Palillería con efecto camuflaje
Las paredes de madera agregan calidez y textura a los espacios y la palillería, en este caso, está más de moda que nunca. Es un recurso decorativo muy recurrente para revestir el salón. Sus listones estilizados ofrecen orden visual, relieve y altura a los espacios, siendo las maderas más utilizadas las de roble, pino, nogal, fresno y arce. Aparte de decorativas, también tienen su parte funcional y se utilizan mucho para ocultar puertas, armarios o aparatos electrónicos como la televisión, y así crear salones armónicos y sin mucho ruido visual, un detalle que persigue el estilo neoclásico. En esta vivienda, reformada por RQH Studio, los paneles de madera oscura sirven para ocultar la puerta de acceso al aseo que queda en la pared que hay junto a la escalera, sumando muchos puntos al ambiente.
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Salón con mueble antiguo de madera.
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Maderas más oscuras con acabado mate
No es ninguna novedad afirmar que la madera, uno de los materiales nobles por excelencia, se lleva. Se lleva porque es cálida, acogedora y aporta esa inevitable sensación de hogar que todos buscamos. Lo que sí es novedad son las tonalidades con las que se muestran al mundo cada temporada. Esta primavera, la tendencia rompe con todo lo anterior y se decanta por los tonos oscuros de las maderas de teca, acacia, roble o fresno, que ayudan a subir un nivel la estética elegante, pero sencilla, del salón. También contribuyen a ello los muebles antiguos o de herencia con un acabado mate, al contrario de lo que se estilaba hace dos décadas.. La gama suele ir desde un marrón chocolate hasta los tonos más rojizos de la paleta y lo vemos en las estructuras de las butacas, en las vitrinas, librerías o mesitas de centro.