A la hora de plantear el diseño de una cocina hay tres objetivos a tener en cuenta: dotarlas de vida, aportarlas un toque cálido y que tengan buena capacidad de almacenaje sin entorpecer la estética. En este sentido, las últimas tendencias de 2024 en decoración ya lo avisaban. Por un lado, las cocinas se iban a volver más maximalistas en cuanto al color, abandonando los tonos neutros para empezar a indagar en otras gamas cromáticas más atrevidas. Por el otro, parece que estamos viviendo una vuelta hacia el minimalismo en lo que a mobiliario se refiere. Las campanas, por ejemplo, se esconden, y cada vez son más los que optan por sustituir los grandes muebles de almacenaje compactos por otras soluciones igualmente prácticas, pero más ligeras y decorativas. Aquí las baldas, estanterías y vitrinas acristaladas juegan un papel fundamental. ¿Quieres verlo?