PALABRA DE EXPERTA

Soy interiorista y este es mi secreto para decorar casas antiguas de 50 o 100 años: ideas para modernizarlas sin perder su esencia

La interiorista Raquel Chamorro te cuenta cómo decorar una vivienda con 100 años o más, qué salvar y qué renovar para que lo suyo sea envejecer con clase. ¡Palabra de experta!

Actualizado a 10 de octubre de 2024, 20:26

Si tienes una vivienda de 100 años o más o te has enamorado de una, pero te da miedo adquirirla por si es un desastre, la interiorista Raquel Chamorro te da las claves para renovarla, sin morir en el intento y sin arruinarte.

“A lo largo de más de 25 años, he restaurado los interiores de todo tipo de edificios, viviendas y almacenes. Debemos ser respetuosos con nuestra historia, la creatividad hará que se adapten al siglo actual en el que vivimos. Son casas que tienen alma, por lo que no tienes que dotarlas de ella, solo sacarle su brillo y esplendor y recuperar la importancia que tuvo en el pasado”. Descubre cómo hacerlo a través de sus consejos. 

Esta casa antigua combina elementos originales con otros actuales  

El Mueble

Pasos previos

La clave es estudiar bien el interior, exterior e, incluso, el entorno y la zona geográfica en la que se ubica. Conocer cosas sobre ella siempre ayuda. Después valorar. Mantener o sacar partido a cualquier elemento ‘curioso’ o, por supuesto, de gran valor cultural o estético. “Debemos mantener todo lo que podamos restaurar, tengan o no un valor económico, porque, así, conseguimos conservar parte de la personalidad original de la vivienda, adaptándola al siglo XXI y a los gustos del cliente. En otros casos tenemos que pintar o cambiar sus formas, pero todas son curiosidades bellísimas. A veces, por ejemplo, las puertas están tan hinchadas y curvadas que es mejor realizar una réplica de ellas lo más fidedigna posible”, argumenta Chamorro. 

Arcos, vigas de madera y la ampliación del suelo definen este proyecto de Raquel Chamorro

Raquel Chamorro

Renovar con lógica y cabeza

Se trata de respetar, en la medida de lo posible, los elementos constructivos antiguos y adaptarlos a las casas de hoy en día, con avances tecnológicos, sostenibles y cómodas. “Elementos como fresqueras en las cocinas y pasillos son normales, porque no existían neveras y se conservaban los alimentos en estas zonas frescas con sal. Podemos sacarles un enorme partido respetándolas, pero dándoles una utilidad diferente”, apunta Raquel.

Qué elementos salvaríamos

El paso de los años se deja sentir en las viviendas y, como ocurre, con la piel o con el buen vino, las huellas que deja no solo no afean, sino que embellecen y aportan valor, momentos vividos e historias. 

Columnas 

Las columnas en hierro, en ocasiones, con su basamento y capitel, son elementos de gran belleza. "Sin ellos se caería el edificio, porque los pilares de hormigón actuales son las columnas lisas, estriadas, con o sin el basamento de entonces. Se pueden decapar y dejar en un estado inicial, o pintar de negro, plata o cobre, dependiendo del concepto de proyecto que vayamos a realizar". 

El mosaico hidráulico, original del siglo XIX, determinó el resto de la decoración

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Suelos

De madera o hidráulicos, son uno de los elementos arquitectónicos que siempre conviene recuperar. Y, si no pueden salvarse por su mal estado de conservación, se pueden sustituir con otros similares, colocándolos de la misma manera y manteniendo el aire distinguido de la vivienda.

“Así, en una casa que reformé en Mallorca del siglo XVII, mantuve un suelo precioso, réplica de una abadía del siglo XI. Esta maravilla no podía continuarse, con lo cual le di importancia destacándolo al máximo, ampliando el resto del suelo en hormigón bruñido en un beige similar a uno de los tonos existentes. El resultado fue una ‘alfombra’ gigante en tonos marfil, verde hoja y teja, colores que me ha servido para diseñar y tapizar el mobiliario del espacio, utilizando, además, esa gama cromática en distintas estancias y zonas”, apunta la interiorista. 

Puertas de entrada

Las puertas de entrada tienen un gran potenciar. "Suelen ser maravillosas, pero hay que blindarlas, chaparlas y lacar después, para tener mayor seguridad. Es más costoso que poner una nueva, pero el carácter y el estilo de la fachada, la entrada y las escaleras queda intacto".

Mobiliario

A veces son elementos piezas perdidas que están en el desván o escondidas en el fondo de un armario. "Las limpiamos bien y las buscamos un uso diferente al original. Son elementos de ‘atrezzo’ muy simbólicos que quedan preciosos en las paredes si se han transformado en apliques, mesas o bases de mesillas y una larga cadena de objetos". 

En este piso, reformado por Raquel Chamorro, se han mantenido los miradores y los arcos entre las estancias 

Raquel Chamorro

Ventanas

Son un tema complicado, pero Raquel encuentra una solución para no deshacerse de ellas. "En una casa frente al Palacio Real del siglo XVIII, mantuvimos todos los miradores de hierro y sus cristales intactos. Obviamente, como las ventanas no aíslan del frío, calor o ruido, se han colocado otras por dentro, pero el resultado es espectacular”.

Textiles

Los textiles suelen llevar mal el paso del tiempo y pierden color, pero la interiorista también encuentra una alternativa a medio camino. "Existen varias firmas en el mercado donde estampan diseños antiguos con la calidad y sostenibilidad que utilizamos en la actualidad. Otra cosa que hemos hecho en determinadas casas, es diseñar un dibujo y que nos lo estampen en telas lisas elegidas por nosotros, tipo lino. De esta manera, el motivo empasta de manera perfecta". 

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