Soy estilista y NUNCA recomendaría hacer estas 10 cosas al decorar un salón
Desde unas cortinas cortas hasta unos cojines sin ahuecar, hay cosas que nunca haría. Soy Sol Van Dorssen, estilista y decoradora, y hoy os cuento mis noes al decorar el salón
Soy estilista y decoradora en el estudio de estilismo 'Vestir tu Casa' y colaboradora habitual de El Mueble, y estas son las 10 cosas que no recomiendo hacer al decorar el salón.
El Mueble
Saludos, ¡lectores/as de El Mueble! Muchos a estas alturas ya me conocéis: soy la estilista y decoradora Sol Van Dorssen, al mando del estudio Vestir Tu Casa y colaboradora habitual de la revista. Hoy quiero hablaros del salón, concretamente de cómo dejarlo más bonito -o más bien, de cómo no afearlo-.
Aunque a veces los estilistas parece que hagamos magia con los espacios que pasan por nuestras manos, todo tiene su truco. ¡No somos ilusionistas! Unos cojines por aquí, unas flores por allá, una cama apetecible... ¡Y tachán! Los pisos se transforman y adquieren un calor de hogar que cautiva. No obstante, también ocurre al contrario, y lo he aprendido a base de ensayo y error. Para que no te equivoques tú también, apunta estas 10 cosas que no debes hacer a la hora de decorar tu salón:
Salón, con aparador y puffs, de Masmirstudio. Alfombra, de Cotlin. Lámpara de sobremesa, de Cado.
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Regatear con el largo de la cortina
No es un secreto: en El Mueble nos encantan las cortinas que llegan hasta el suelo. Y para mí también son un must; es más, ¡nunca colocaría unas caídas que no lleguen hasta el suelo! Me gusta la idea de que las cortinas descansen holgadamente hasta el final. Me parece que visten más y arropan el espacio.
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Salón, con sofá de lino, de Natura Casa. Mesa de centro, de India & Pacific. Alfombra, de Piccolo Mondo.
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Dejar el sofá sin cojines (o sin combinar)
Los cojines no pueden faltar en un sofá vestido por una estilista, porque ayudan a que se vea más vestido y apetecible. Para que el conjunto quede más dinámico, combina cojines de diferentes texturas, colores y formas. Un truco para acertar es elegir solo dos colores dominantes, complementarios entre sí, para todos los cojines. Y si el cojín que domina es estampado, los demás con motivos deberán complementarlo pero nunca competir con él para no dar sensación de caos.
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Detalle de ramo de peonias en mesa de centro de salón.
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Colocar flores artificiales en la mesa de centro
Es algo que evito a toda cosa. Si puedo, siempre apuesto por las flores frescas. Nada me resulta más elegante que un ramo de peonias o jazmines para la mesa de centro. Además, al estar a la altura de los ojos, notaríamos de inmediato que no son reales.
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Salón con sofá, de El Corte Inglés. Butacas y mesa de centro, también de El Corte Inglés-
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Dejar un sofá sin su manta o sin su plaid
Si los cojines son un básico del sofá, los plaids y mantas son un must. No solo sirven para arroparnos y sentirnos más a gustito, sino que tienen una importancia función estética: suavizar la dureza del sofá, sobre todo si es de líneas modernas donde predominan las formas rectas en vez de redondeadas. Colocado de manera informal en el brazo hará que el sofá se vea, de inmediato, mucho más "blando". Además de dar un look cosy y vivido.
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Salón con sofá, de IKEA. Mesa de centro, de COCO-MAT. Puffs, de Gancedo. Alfombra, de BSB.
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Poner unos muebles del salón muy uniformes
Colocar muebles de una misma línea en el salón es algo que también evito siempre que puedo, porque da sensación de showroom. Por ejemplo, elegir la mesa de centro y las auxiliares del mismo modelo, así como los demás muebles. La idea es ¡mezclar acertando! El espacio siempre se verá más rico y personal.
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Salón, con sofás, mesa de centro y alfombras, de Ajanta Interiores. Lámpara de sobremesa, de Becara. Lámpara de pie, en Años Luz. Cojines, de Lo de Manuela.
El Mueble
Elegir una alfombra demasiado pequeña
Las alfombras cuanto más grandes ¡mejor! Sobre todo el salón, donde pueden lucir mejor. Personalmente, soy muy fan de que la alfombra recoja todo el estar, enmarcándolo. Pero si no es posible, un truco es que los asientos al menos pisen la alfombra con las patas delanteras.
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Salón con sofás, de Atemporal. Butacas, de Crearte. Mesa de centro y mesas auxiliares, de Crisal. Lámpara de sobremesa, de Other Lamps.
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Atiborrar la librería de objetos pequeños
No llenaría nunca de objetos decorativos pequeños ni la librería ni las mesas del salón, tanto la de centro como las auxiliares, porque crean ruido, 'ensucian' y estorban. ¡Menos es más! En cambio, lo que sí aconsejo es elegir elementos más grandes y bien seleccionados a la hora de montar la librería: libros, piezas decorativas, algún cuadro, plantas...
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Salón con sofá, de Home Spirit. Mesa de centro, de Cado. Butaca, de Bloomingville. Cocina, con armarios de ébano. Taburetes, de Ondarreta.
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Distribuir el salón de espaldas a la luz
Es un error organizar el estar dando la espalda a la luz. Siempre conviene, en la medida de lo posible, que el salón mire hacia el exterior. Si no queda otro remedio que apoyar el sofá debajo de la ventana, procuraría elegir un diseño con el respaldo bajo para que no tapara la entrada de luz.
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Salón con sofás, butaca y mesa de centro, diseñadas y realizadas por Antima. Alfombra, de Sisal, de Antima.
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Dejar las carpinterías negras al desnudo
Si las ventanas son metálicas y oscuras, evitaría dejarlas a la vista porque queda super frío y duro. Las enmarcaría con unas caídas, que servirían para tapar incluso el registro de la persiana, si la hay.
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Salón con sofás, mesa de centro lacada, lámpara de sobremesa y librería con leds, de Cado Interiors. Pavimento, de madera de roble.
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Apostar por una luz fría con focos empotrados
La iluminación es clave para crear ambientes y sensaciones, sobre todo en un espacio como el salón. Por eso, evitaría los focos empotrados en el salón, porque ofrecen una iluminación muy plana que no me gusta. Prefiero iluminar de manera indirecta y combinando diferentes puntos de luz: una lámpara de pie, una de sobremesa en la mesita auxiliar, un aplique en la librería... Y nunca iluminaría con una luz blanca, son muy frías y me resultan molestan. Y es un error muy habitual. Lo mejor es optar por luces cálidas.