Decorar con color negro: 13 salones muy El Mueble con mucho estilo

Proyectado por Decolab, este salón moderno destaca por su base neutra, atemporal y luminosa, que solo rompen los escogidos toques de color de los cojines decorativos, en estos tonos empolvados y mostaza, y el gran cuadro que preside la pared del sofá. Aquí se ha introducido el negro como contraste, dando fuerza y personalidad a este salón. 

Un sofá verde, una mesa oriental, una lámpara de diseño... En este salón, el decorador Pepe Llaudet ha jugado con los contrastes para crear un espacio personal. Y los toques de negro, que vemos en las lámparas, el mueble tipo consola arrimado al sofá y el gran espejo envejecido, que viste por sí solo la pared del sofá, crea un contrapunto actual a un salón de base blanca. 

Este salón decorado por Natalia Zubizarreta es fresco y ligero, gracias a su base blanca. Y no es casual, porque este es un apartamento de playa. Pero a su vez es elegante y muy chic, y los toques de negro contribuyen a ello. Los vemos en los ribetes de los sofás y en los cuadros, que componen una serie de aire exótico que suma mucho carácter a este salón. 

Este salón ha sido decorado en tonos blancos y beige, pero son los detalles en negro y en dorado los que le confieren el punto moderno y actual que buscaban las interioristas Gracia y Leticia de Amescua, el estudio Hoc Volo. Lo vemos en el aplique de techo, así como en las mesas de centro y en la mesa auxiliar entre los sofás. Pero también en el suelo. Y es que las alfombras combinan tonos blancos y negros, relajando el ambiente del espacio. 

En este salón la mirada queda atrapada por la composición de fotos de la pared del sofá. De gran valor estético –y personal, porque son fotos tomadas por la propia modelo Mónica de Tomás en sus viajes–, la elección del blanco y negro le suma elegancia y encaja muy bien en este salón, de base blanca y con toques de negro, como el gran sofá tipo chéster. 

Madera, hierro, textiles naturales y fibras vegetales son los materiales que se imponen en este salón proyectado por la interiorista Elba Danel, que ha apostado por el blanco para crear un espacio relajado y sereno. Y son los toques de negro los que añaden dinamismo, como la chimenea o el espejo tipo ventana. 

Este salón es pequeñito, así que la decoradora Pia Capdevila no lo dudó y apostó por una base en blanco que ilumina y unifica todo el espacio. Y reservó el negro para la gran ventana fija que abrió en la pared del sofá para comunicar visualmente cocina y estar y multiplicar la claridad de ambos espacios. En negro, no solo contrasta dándole más protagonismo a la apertura, sino que la convierte en un elemento decorativo por sí solo. 

Este salón rústico es monocromo, como lo define la interiorista responsable de la reforma, Ana Galofré. Paredes y techo, que antes eran de pino barnizado, se han teñido de este blanco lino que es luminoso pero cálido, a la vez. Lo único que se ha dejado sin teñir de blanco son las antiguas piezas de hierro que sostienen las vigas, que en negro aportan carácter al salón. 

La pureza y ligereza del blanco reina en este salón proyectado por Hanne y Synne Brendmoe donde el negro se ha reservado para la carpintería. Esta elección no es casual, ya que enmarca los grandes ventanales y los convierten en "cuadros" de las preciosa vistas de las que disfruta esta casa en la Costa del Sol. 

La combinación de blanco y negro es perfecta para destacar pequeños objetos, como arreglos florales, u objetos decorativos especiales, como esta composición de cuadros, siendo mucho más sencillo detectarlos en el conjunto de nuestra casa. En este rincón del salón se ha matizado este contraste con toques de madera y fibras naturales, que aportan calidez al conjunto.

El color blanco es el que se impone en este salón de verano decorado por Marta Tobella. Pero para romper con este total look en blanco, la decoradora se ha aliado con el negro en pequeñas dosis. Así, los cojines decorativos introducen el negro en diferentes patrones, añadiendo dinamismo a una combinación de colores muy sobria.

¿Tienes una pieza especial y quieres que sea la protagonista del salón? El color puede ser tu aliado. Y el decorador Jean-Pierre Martel apostó por pintar la trasera de esta librería de negro para que la mirada se dirigiera como un imán a esta pieza, destacando por encima de una decoración muy neutra. Los cuadros en blanco y negro, de aire exótico, suman personalidad a este salón. 

¿Quién dice que el negro no se lleva bien en espacios pequeños? Este salón comedor demuestra todo lo contrario. La clave es apostar por un color claro como base, como se ha hecho aquí con el blanco, y reservar el negro como color de contraste, ya sea para algunos complementos o para destacar alguna pieza escogida, como las vitrinas del comedor. Las lámparas, los cuadros, la alfombra tipo bereber, los cojines decorativos... Toques de negro que no saturan y quedan elegantes.