IDEAS FÁCILES

Pequeñas reformas que vale la pena hacer en un piso de alquiler

¿Se pueden hacer reformas en un piso de alquiler? ¿Cómo se lo puedo plantear a mi casero? Si vives de alquiler o te has mudado recientemente y te apetece un cambio, lo más seguro es que te surjan estas dudas.

Carla Domínguez

Periodista especializada en lifestyle

Actualizado a 28 de enero de 2020, 08:03

La compra de una vivienda sigue siendo hoy en día una opción algo complicada, sobre todo para los jóvenes. La vivienda de alquiler es, sin duda, la alternativa más fácil y económica (aunque ya no en muchas ciudades) para poder acceder a una casa. Una realidad que también no solo vemos en nuestro país sino también en otras zonas de Europa. Por un lado, tener una vivienda de alquiler puede ser una ventaja, ya que en cualquier momento podemos trasladarnos a otro lugar sin ninguna carga de una hipoteca. Sin embargo, en muchas ocasiones, las viviendas de alquiler nos limitan a la hora de renovar y hacer reformas. Constantemente, nos preguntamos: ¿y si me apetece pintar? ¿Y si me gusta la vivienda pero quiero renovar el baño? ¿Realmente, aunque sea de alquiler, puedo hacer reformas? Estas dudas son más que habituales, por eso te contestamos a algunas de ellas.

¿Puedo pintar la pared?

Lo más habitual es que no tengas problemas en renovar la pared. Por lo general, incluso son los propietarios quienes te ofrecen una vez al año pintarla, con el fin de que la vivienda se mantenga mucho mejor con el paso del tiempo. El blanco suele ser el color más habitual, ya que es más económico, y también porque ayuda a crear armonía en casa. Si quieres pintar, lo preferible es que hables directamente con el casero del piso y se lo comentes. Intenta siempre proponer colores que vayan en consonancia con el estilo del piso, de esta forma será mucho más fácil que el propietario acceda.

Papeles pintados como alternativa

Una opción muy recurrida cuando los propietarios no nos dejan pintar la pared es acudir a los papeles pintados. Esta alternativa es perfecta ya que no daña la pared, y una vez que abandonemos la vivienda podemos retirarlo sin problema. Lo ideal es que escojas uno adecuado para tu pared y, sobre todo, lavable, con el fin de que sea mucho más higiénico y fácil de mantener. Los vinilos también son una buena opción para cambiar un poco la pared y darle otro estilo. Si tienes niños y quieres que su habitación sea más divertida y original, esta es la mejor idea, sin duda.

¿Puedo cambiar la iluminación?

Siempre nos surgen muchas dudas sobre la instalación eléctrica. Hay muchas viviendas de alquiler que no tienen mucha luz, y más si dan a un patio interior. Por eso, para que puedas convertir tu casa en un espacio mucho más cálido, presta mucha atención a la luz. Añade algunas lámparas de pie o de sobremesa, más que intentar cambiar la instalación eléctrica. De esta forma, mantendrás la casa en el mismo estado pero añadiendo más focos de luz. Eso sí, una vez que te vayas de esta vivienda, debes colocar todas las lámparas y apliques donde estaban anteriormente, en caso de que hayas cambiado alguna.

Pero, ¿y si el baño es muy antiguo? ¿Puedo reformarlo?

Quizás es una de las zonas de la casa que más valoramos a la hora de quedarnos con un piso de alquiler. El baño es un espacio que debe estar limpio y, sobre todo, reformado. Cuando no lo está y realmente nos gusta el piso, podríamos negociar con el propietario hacer una reforma del baño y que nos descuente, por ejemplo, algunos meses de alquiler. Es una de las opciones más comunes, el propietario suele acceder y se beneficia de tener un nuevo espacio reformado de la casa para futuros inquilinos. En el caso de que los propietarios se nieguen a hacer una reforma, intenta, por ejemplo, cambiar pequeñas cosas. Si hay una ducha con cortina, intenta convencerle de, al menos, cambiar a mampara, ya que es mucho más cómoda e higiénica. También puedes hacer pequeñas reformas como pintar la pared o añadir cestas de almacenaje para hacer esta zona mucho más acogedora.

¿Qué pasa con las ollas y sartenes de la cocina?

Puede que al entrar en una vivienda de alquiler nos encontremos con ollas y sartenes de los inquilinos anteriores. Pide a tu casero que se deshaga de ellas para que puedas tener espacio para tus nuevos utensilios de cocina. Muchas veces, son los propietarios quienes compran algunas ollas o sartenes, e incluso cubiertos para que, al llegar al piso, puedas tener algo con que cocinar los primeros días. En cuanto a reformas en la cocina, no suele ser lo habitual, ya que cuesta bastante renovarlas y es algo que no suele interesar al propietario. Otra cosa distinta es que falte algún electrodoméstico como la nevera, el microondas o el horno. En este caso, puedes negociar con ellos que lo descuenten del siguiente pago mensual si te interesa adquirirlo.

TEN EN CUENTA…

  • Antes de hacer cualquier reforma, lee en el contrato qué cosas puedes hacer y cuáles no. Igualmente, siempre es preferible que hables con el propietario, ya que mini reformas como pintar la pared o añadir una mampara son fáciles de hacer.
  • Siempre que vayas a entrar en una vivienda de alquiler, y una vez te hayan dado el contrato, lee bien antes de firmar. Si tienes ganas de hacer reformas y el contrato es muy estricto, y no te convence del todo la vivienda lo mejor es que busques otra.
  • Si has decidido hacer alguna reforma por tu cuenta, aunque sea mini, al irte de la vivienda siempre debes dejarla en el mismo estado que te lo encontraste.
  • Como inquilino exige también tus derechos, cuando, por ejemplo, se rompa algún electrodoméstico o necesites cambiar algo de la casa por deterioro, coméntalo al propietario. Normalmente, suele tener la obligación, por contrato, de reponer todo aquello que por el paso del tiempo se haya roto.

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