En pleno centro de Pamplona, los nuevos clientes de la interiorista María Bermúdez, esperaban ansiosos la transformación de su vivienda. Un cambio que renovaría por completo, no solo su hogar, sino también su forma de vivir en él. Se trata de un piso de 84 metros cuadrados en el que comparten espacio tres dormitorios, dos baños, cocina, salón-comedor y una bonita terraza.
A través de su estudio de interiorismo, Quefalamaría, se reformó parcialmente para que encajase con el estilo y necesidades de sus propietarios, una familia de cuatro miembros que buscaban una mayor comodidad sin renunciar a la estética, la calidez y la sensación acogedora de "sentirse en casa". Los tonos neutros de base y la madera en el mobiliario, se han convertido en el fondo perfecto para añadir accesorios y textiles que ponen el toque de color, manteniendo una esencia relajada y suave. ¡Ha quedado ideal! Te enseñamos el resultado final, ¡mira, mira!
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