En tu casa no se pierde ni un solo centímetro: 7 muebles bajo ventana que aprovechan el espacio perfectos para pisos pequeños

Este banco extenso es una de las mejores opciones para aprovechar el espacio bajo la ventana. Además de sacarle partido como zona de estar, tiene una gran capacidad de almacenaje gracias a sus amplios cajones, que se pueden usar como zapatero o guarda ropa de cama. 

"Convertir un espacio muerto en prolongación del estar", así es como llama la interiorista Asun Antón a la nueva funcionalidad de esta zona dedicada a la calma y la tranquilidad. Uno de sus puntos más fuertes es el color del banco, que permite tener este rincón en constante cambio con distintos juegos de cojines y colchonetas. Además, el asiento del mueble se levanta al más puro "estilo canapé" y regala mucho sitio para guardar cosas que suelen estar dispersas por el salón. 

Un mirador totalmente integrado en el paisaje se puede convertir en el espacio favorito de la casa. Gracias a que el banco forma parte de la estructura de la ventana, se vuelve uno de los mejores aliados en los días de frío, ya que produce la sensación de estar en la terraza sin arriesgarse a perder la calidez del hogar.

Para saber como vestir esta pieza combinada entre el interior y exterior, es clave saber como jugar con los textiles. En este caso, el estor de lino a rayas, la colchoneta de cuadros vichy de La Maison,  y los cojines de color tierra y piedra; son los mejores artículos para darle un toque actual a este banco-mirador. 

Una alternativa a un banco dedicado al estar, es un escritorio discreto hecho a medida. En este dormitorio juvenil, la cama se integra con el mueble alto y forman parte de la misma estructura que cierra la U. 

El escritorio no es muy extenso, pero es ideal para ser más organizados y no cubrirlo de objetos prescindibles. Cuenta con unos cajones muy discretos, de tipo uñero, perfectos para guardar aquellas pequeñas cosas que se suelen perder con el caos del día a día.

Los muebles, diseñados por la arquitecta Mar Marcos y la decoradora Olga Gil-Vernet, se han lacado en beige a consonancia con el resto de la decoración. Las paredes combinan un arrimadero de lamas y un papel pintado de cuadros con colores suaves de Coordonné. 

Un escritorio más voluminoso y con amplios cajones para almacenar carpetas y documentos es perfecto para dos personas. Gracias a la iluminación natural del día y una lámpara de sobremesa, no es necesario abusar de la luz general. 

Este espacio se ubica en un pasillo que ahora tiene una nueva finalidad. El escritorio de madera, diseño de la interiorista Marta Tobella y Carmen Figueras, saca el mayor partido a un rincón dedicado al paso y olvidado para la mayoría. 

Uno de los muebles de almacenaje más de moda de esta última temporada es el zapatero. La decoradora Olga Gil-Vernet y la arquitecta Mar Marcos han sabido diseñar el artículo perfecto para guardar el máximo calzado posible sin prescindir del estilo y la elegancia. 

Este armario-zapatero de pared a pared combina el laminado con molduras lacado en blanco y un sobre de roble. Además, el mueble tiene distintos fondos con el objetivo de salvar un pilar de la pared y disimular el radiador. 

Un tocador bajo la ventana puede ser el truco infalible para acabar con la luz pobre con la que nos toca arreglarnos en la mayoría de ocasiones. El éxito de esta pieza se basa en su sobre, que es abatible e integra en su reverso un espejo. De esta manera, los cosméticos no están a la vista y se ve el mueble mucho más ordenado. 

La ventana del vestidor diseñado por Chone de la Sotilla, de Deulonder, también saca partido a su parte superior con unos armarios altos tipo puente y con posibilidades de guardar aquellos objetos más pesados y que no se integran con la harmonía del espacio. Las venecianas regulan la entrada de la luz y un aplique articulado ilumina el tocador.