Andrea Palacio ha sido una de las lectoras preseleccionadas de nuestro concurso "La Mejor Cocina de las Lectoras", desarrollado en colaboración con Siemens. Vive en Orba, un pequeño pueblo de la Marina Alta (Alicante) con su familia.
De su cocina nos gusta que es grande y amplia, está abierta al salón y mezcla el blanco y la madera, con toques rústicos como la piedra y materiales modernos. Tiene una gran isla central con una barra de madera y taburetes, para los desayunos en familia. Muy completa, tiene mucho espacio para almacenaje, y mezcla lo clásico con lo moderno.
"La cocina, está ubicada en la planta baja de la casa y tiene 16 m2, la hicimos de cero, esta planta hace unos meses era un oscuro garaje, donde toda la familia de mi marido almacenaba trastos, y se estaba echando a perder. Nosotros vivíamos en la planta de arriba, que la reformamos hace unos 9 años, y nuestro sueño siempre había sido reformar las 2 plantas para tener una casa más grande, ya que la planta superior son solo 60 m2", explica nuestra lectora.
"Cuando nos enteramos de que nuestra familia iba a crecer, nuestro deseo de tener una casa más amplia y práctica aumentó aún más! Y nos pusimos manos a la obra. Desde siempre me ha gustado la decoración, aunque mis nociones son muy básicas, y todas aprendidas de ver 500 veces cada artículo de El Mueble, hice yo la distribución de ambas plantas y el diseño de la cocina (me dedico a eso, diseñar cocinas)", reconoce Andrea.
"Elegí un estilo relajado y Mediterráneo para la casa y por su puesto la cocina, donde predominaran los tonos claros y los materiales naturales, como la madera, el ratán y la piedra. Quería una cocina que formara parte de la casa, que no fuera una estancia aparte, que fuera muy práctica y atemporal y que nos durara mucho en el tiempo, por eso elegimos a SCHMIDT para comprarla", sigue contando.
"Me gustan las cocinas que no estén sobrecargadas de muebles, pero que sí haya un lugar para cada cosa. Todos los muebles de la cocina son extraíbles, aunque por fuera no lo parezca, para tener un fácil acceso a todo, incluso en el interior de las gavetas hay cajones interiores para aprovechar al máximo el espacio", detalla.
"Parte de la cocina, los estantes empotrados en la pared, forma parte también del pasillo de entrada. Por lo que además de menaje de cocina, también los decoré con libros y artículos de decoración, algunos de ellos antiguos como las damajuanas, que las encontramos en un hueco en la pared durante la obra, y piezas artesanales, como la jarra de cerámica y el cuenco, vivimos en el pueblo del barro", añade nuestra lectora.
"Recibimos a muchos amigos y familia en casa y cada comida o cada cena se alarga durante horas, y la mayor parte del tiempo lo pasamos en la cocina, por lo que desde allí teníamos que sentirnos cómodos, tener suficiente espacio y que toda la casa estuviera conectada. Con la llegada de nuestra hija Sofía, tenía claro que quería poder verla desde la cocina si ella está en la zona del salón o incluso en la terraza", cuenta.
"Los electrodomésticos también tenían que ser prácticos y funcionales, y por eso elegimos una placa de inducción de gran tamaño, nos gusta hacer paellas y fideuás, y un frigorífico de libre instalación, y que a la vez tuvieran una bonita estética como el acero del frigorífico Samsung, anti huellas y de un color y material espectacular", concluye Andrea.
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