18 lugares para esconder los regalos de Navidad

Has aprovechado el hueco de la escalera para crear una zona de almacenaje extra. Allí guardas normalmente los adornos navideños, los libros de texto de cursos pasados de tus hijos, maletas... Y ahora puede ser un estupendo escondite para los regalos navideños sin que nadie sospeche. Introdúcelos en cestos bien tapados para despistar y colócalos al fondo por si alguien se le ocurre husmear. Así lo sugiere la interiorista Laura Mas.

¿Quién les iba a decir que allí donde se sientan para calzarse y descalzarse tan inocentemente se encuentran sus regalos? Sí, aprovecha ese banco que tienes en el recibidor para guardar en su interior los paquetes de menor tamaño, nada más entrar en casa. Una buena forma de despistarles cuando te vean pasar al salón sin bolsas.

¿Tu mesa de centro del salón tiene cajones o huecos de almacenaje? Serán un buen escondrijo para ocultar allí los regalos. ¡Ni se lo imaginarán! Y si la mesa está hueca, como la de la imagen, pero en casa ya son todos mayores, puedes guardarlos bajo ella. Eso sí, en cajas para disimular sus formas y no dar demasiadas pistas.

Si el sofá de tu salón es cama y tiene espacio de almacenaje para guardar almohadones y mantas, puedes sacar estos de momento, y aprovechar su interior para ocultar algunos regalos. O también en un puf con capacidad interior. Nadie sospechará, cuando estiren las piernas en él, las sorpresas que contiene. 

Los has visto en muchas fotografías acompañando al árbol de Navidad: cestos de fibras decorados con paquetes ficticios que las estilistas colocan con gracia. ¿Y si fueran reales? ¿Y si siempre los hubieran tenido a la vista pero no se han percatado de ello? ¿Estaría bueno, verdad? Aprovéchate de esta forma de decorar y mezcla regalos verdaderos y falsos. Eso sí, hazles una señal a estos últimos, no sea que abran un paquete y se lo encuentren vacío.

¿Quieres ser un verdadero ayudante de Papá Nöel? Entonces tendrás que hacerte con un saco de yute al más puro estilo de Laponia. Puedes ocultar los regalos en un trastero o en el coche e introducirlos en el saco mágico la noche del 24, en cuanto los peques se duerman. ¡Menuda ilusión cuando se levanten al día siguiente! ¿Quieres más magia? Hazte con unas huellas de zapatos (puedes descargar las plantillas de Internet) o tramita una carta personalizada a tus hijos del mismísimo Santa Claus. 

Si en tu casa siempre se han dispuesto los regalos bajo el árbol y quieres continuar con la tradición, sácalos de tus escondrijos y colócalos la noche del 24 o del 5, si son los Reyes los que vienen. También puedes pedirles a tus hijos días antes que te ayuden a envolver cajas vacías. Así no sospecharán cuando entre ellas aparezca un nuevo paquete, pero este con contenido real. 

¿Tienes una chimenea decorativa? Que sepas que el interior del hogar es el lugar idóneo para ocultar regalos. Guárdalos en bolsas del mismo color que el fondo para que se mimeticen al máximo. Decora el borde exterior con flores de Pascua, cestos con paquetes o velas blancas —como ha hecho en este salón la interiorista Pía Capdevila— que disimulen lo que esconde dentro. ¡Solo lo sabrás tú!

Cuantos más pequeños son los regalos, mejor se pueden ocultar. Unos auriculares, un móvil, un libro, unos pendientes, una bufanda caben en cualquier sitio... ¡hasta en un calcetín! Si has decorado tu chimenea en clave anglosajona, es decir, con una guirnalda de calcetines, como en la imagen, o has colgado botas de Papá Nöel en los tiradores de las puertas ¡ya tienes el sitio apropiado para guardar los paquetes mini! ¿Conoces la leyenda del calcetín?

¿Tu chimenea tiene un lugar específico para guardar la leña, a los lados o bajo el hogar? ¿O utilizas de leñero un recipiente opaco, como el de la imagen? Sea cual sea tu caso, aquí tienes otro excelente lugar dónde ocultar los regalos. Puedes esconder los paquetes al fondo y disimularlos con algunas piezas de tronco cortadas que sobresalgan. A nadie se le ocurrirá mirar dentro de la cesta.

Si tienes en el recibidor o en el salón un aparador o cómoda con muchos cajones ¡enhorabuena! Acabas de encontrar otro escondite ideal para guardar regalos. En lugar de dejarlos en primera fila, intenta colocarlos al fondo cubiertos con un pañuelo o una sábana que los cubra. Así si abres el cajón en un descuido, nadie verá ningún regalo asomar.

Otro lugar infalible para ocultar regalos navideños es, sin duda, tu dormitorio en el que en contadas ocasiones entran tus hijos. Si tu cama cuenta con un canapé abatible con almacenamiento en su interior o cajones a los lados, tendrás un lugar amplio donde esconder los paquetes más aparatosos por tamaño. Aquí seguro que nadie husmea.

Otros sitios seguros para esconder regalos de Navidad cuando estos son grandes son los armarios, bien en el ropero de tu dormitorio o en el del recibidor donde colgáis los abrigos. Seguro que puedes liberar una o dos baldas para ocultar paquetes, mejor elige las que no queden a su altura: la de arriba del todo y la inferior. Guárdalos en cajas con tapa o dentro de bolsas poco reconocibles y coloca estas en el fondo del armario. 

Si el cabecero de tu dormitorio tiene capacidad de almacenaje, ya sea en el sobre o a los lados, no dudes en guardar aquí los regalos navideños. Por más que busquen pistas por la casa, no las encontrarán porque ni se les ocurrirá mirar en esta zona. El único inconveniente es que tendrás que buscar nuevo acomodo a los almohadones que normalmente almacenas en él. O a lo mejor tienes hasta suerte y puedes meter los paquetes abajo del todo y cubrirlos con las almohadas. ¡Así estarán a buen recaudo!

Es la novedad decorativa en tu salón: aquel trineo de juguete que tus hijos ya no utilizan te ha servido este año para realzar la deco navideña. Lo has puesto al lado del árbol y queda súper bonito. Lo has adornado con ramas de abeto, algún peluche y unas cajas un tanto sospechosas. Según tú están vacías pero lo que no saben es que hay una o dos —las que están abajo del todo— que contienen algo que había en la carta a los Reyes Magos. ¿Qué será?

Si tus hijos más mayores y avispados son de los que miran y remiran por todos los recovecos de la casa en busca de alguna bolsa que les de pistas, te sugerimos que guardes los paquetes en lugares poco accesibles. Por ejemplo, en las zonas altas de los armarios, que incluso tú tengas que coger una banqueta para almacenarlos, o dentro de maletas o cajas antiguas de pequeños electrodomésticos que les despisten. Aprovecha cuando se estén duchando o no estén en casa para llevar a cabo la "operación Baltasar". ¡Ahhh y nunca desveles los escondrijos, te podrán servir durante años!

Es posible que bajo su cama ya almacenes cajas con libros y juguetes pero al fondo cerca de la pared hay todavía muchos huecos libres. ¡Aprovéchalos para guardar allí los regalos de Navidad! Y si la curiosidad les hace descubrir tu escondite, envuelve los regalos en cajas de tamaños y formas que les hagan pensar ¿qué podrá ser eso? Por ejemplo, envuelve un CD de música en una caja de zapatos o una pulsera, en una caja de CD. ¡Jugar al despiste será muy divertido!

¿Cuentas en alguna habitación o en el pasillo con algún altillo que os sirva de trastero? Este será un recoveco fántastico para guardar los regalos de Navidad. Este dormitorio de la imagen es un proyecto de Ingrid Berni. La decoradora ha aprovechado el techo alto para crear un altillo con zona de lectura y una mini librería de obra, hecha a medida. ¡Qué buena idea! Y, como ves, no solo para relajarse...