21 ideas para dar estilo a un sofá blanco

Elegir para el salón un sofá blanco es un acierto seguro porque podrás decorar el resto de la estancia con libertad plena. En él no pueden faltar piezas de madera que le aporten calidez. En este reconfortante salón con chimenea se ha optado por una mesa maciza y un par de butacas tapizadas en verde, a juego con los cojines. ¡El resultado no puede ser más fresco!

Los sofás blancos irradian luminosidad pero si tienes miedo de que tu salón quede soso, arrópales como se merecen. Textiles subidos de tono, piezas recuperadas en madera o alfombras de diseño llamativo serán de gran ayuda. Son los elementos que ha elegido Natalia Zubizarreta en este salón que gana en modernidad gracias a las mesas de centro con sobre de mármol, tan de tendencia. 

La humildad del sofá blanco llega a límites insospechados. Ni siquiera el ribete oscuro que decora este modelo resta protagonismo a los muebles de madera que, cerca o lejos, son los que llevan la voz cantante en este salón comedor. Los ramos en verde y amarillo, a juego con los cojines, hacen un guiño al jardín exterior que acoge este salón. 

¿Quieres darle a tu sofá blanco ese plus de energía que necesita? Apuesta por  tonos vibrantes, como el mostaza y el caldero en cojines y butacas. Así lo ha hecho aquí Lucía Mariñas y, además, ha enriquecido la presencia de este salón, gracias al mix de texturas (lino, algodón, terciopelo).

Dos sofás enfrentados son la mejor excusa para iniciar buenas tertulias. Si eliges las tapicerías en color blanco, como el resto de los muebles, lograrás que el salón parezca más amplio. Asun Antó ha apostado aquí por un salón puro y, para ello, se ha lacado la chimenea y la cómoda también de blanco.

No te descubrimos nada si te decimos el buen tándem que hace el blanco y la madera. Unos sofás modernos y cómodos lograrán actualizar el salón y elevarán su nivel, si se ubican cerca de la chimenea. Como este acogedor espacio, firmado por Ramisa Projects & Fun, con un sencillo sofá en blanco caldeado por las mesas nido de madera y el crepitar del fuego.

Relajante, enérgico, confortable... Según el efecto que quieras conseguir en tu salón, así deberás elegir los textiles para tu sofá blanco. En este de la imagen, la interiorista Laura Ehlis ha apostado por llevar al interior un ambiente natural que conecte con el exterior. Ha elegido cojines y plaids en tonos verdes para vestir el sofá y una pintura ad hoc súper revitalizante que lo personaliza y llena de estilo.

La belleza de determinados elementos arquitectónicos en el salón, tipo vigas, pilares o molduras, resaltarán aún más gracias a la presencia de un sofá blanco. Este además ganará en estilo, si le vistes con textiles naturales y lo acompañas de piezas de diseño y plantas XL. 

Si la luz que capta la tapicería blanca de tu sofá rebota en un espejo, hará más grande y luminoso el resto del salón. Es lo que ha conseguido aquí la interiorista Elba Danel. Además, la elección de un modelo de espejo de cuarterones, tan de tendencia, hace que el sofá blanco suba de nivel y el salón se actualice en un plis plas.

Los sofás blancos son tan generosos que no les importa quedar en un segundo plano y ceder todo el protagonismo a otros elementos, aunque estén en el exterior. En este salón, proyectado por Rocío Moreno Santamaría, el sofá rinconero se funde con la pared y casi desaparece en beneficio de las fabulosas vistas al campo. Su carácter discreto se mantiene gracias a los delicados cojines en tonos pastel que lo visten y a la madera y a la fibra que lo arropan.

¡Menudo subidón ha experimentado este sofá blanco en cuanto Marta Prats ha dispuesto sobre él textiles en rojo! El salón equipado con una estantería de obra y el sofá blanco necesitaba ganar fuerza. ¡Y por supuesto, que lo ha hecho! Una mesa de centro en madera maciza y los cojines, lisos y estampados, le añaden además un plus de estilo.

¿Dentro o fuera? Te costará ubicarte, si tienes un salón a pie de jardín, como este de la imagen. Las interioristas Camilla Falconer y Emma Longmore, de Interior Facelift, lo han equipado con dos sofás blancos, de diferentes estilos, y han dispuesto sobre ellos unos cojines en tonos verdes que armonizan con el exterior. La madera, la fibra y las plantas dan un soplo de aire fresco a este luminoso salón.

Este sofá blanco, diseñado por Ana Blanco y Juan Mengíbar, se ha ubicado cerca de la puerta que conecta con la terraza y parece una extensión del modelo que hay en el exterior. El color del sofá y las paredes en tonos claros son dos buenos trucos para ampliar un salón pequeño. Unos cojines en tonos terrosos, madera, cerámica y fibra le dan la calidez que precisa.

Es un buen remedio para huir de la monotonía que te puede producir un sofá blanco. Pinta las paredes de un color intenso que contraste: gris oscuro, verde o este azulón, elegido por Begoña Susaeta. Eso sí, solo aptos para salones súper luminosos. Un par de butacas en un azul más claro, una mesa de madera y cojines en tonos naranjas y amarillo imprimen carácter a este salón.

¿Te gustaría darle a tu sofá blanco un estilo navy que te hiciera evocar las vacaciones? La interiorista Marta Jáudenes lo ha conseguido con solo vestirlo con cojines azules y rodearlo de piezas de madera y fibra. El resultado es un ambiente fresco y muy veraniego.

Si quieres que tu sofá blanco se impregne de estilo rústico, empieza por mantener los materiales naturales que lo caracterizan. La interiorista María López conservó en este salón las paredes de piedra vista, colocó varios sofás blancos enfrentados, uno tapizado y otro de obra y remató con objetos de madera y fibra. 

Otra vez la presencia de un sofá blanco a medida puede ser la clave para ganar metros en un salón pequeño. Begoña Susaeta ha elegido este modelo, rematado con un ribete azul, a juego con las cortinas y con el otro sofá que lo acompaña. Unos cojines en tonos beis y rosa degradados los animan. El salón también ha ganado luz gracias al revestimiento acristalado que lo comunica con la cocina.

Este salón no tiene problemas ni de espacio ni de luz, por eso Irma Aleu y Rosa Viñets lo han equipado a placer con dos sofás blancos y dos butacas tapizadas del mismo color. Los tapizados claros contrastan con los distintos tonos de madera del suelo, vigas y muebles. Para los textiles se han elegido tonalidades muy frescas, en consonancia con el paisaje exterior.

¿Quieres que un cuadro llame poderosamente la atención? Cuélgalo sobre un sofá blanco y lo conseguirás. En su salón, Lucía Mariñas lo ha apoyado sobre el respaldo y enmarcado con las molduras de la pared ¡queda espectacular! Fíjate en cómo la interiorista ha cerrado el círculo del estar, con unas butacas beis con curvas, una mesa de cristal transparente y textiles en tonos terrosos que potencian su neutralidad.

Si quieres dar estilo a un sofá blanco, debes de contar con la presencia de muebles de madera y objetos de fibra y cerámica. Para este recoleto salón, Cristina Manene y Fernando Orte, de Arquitectura al Descubierto, han elegido un sencillo sofá que cede protagonismo a las butacas nórdicas y a la alfombra de estampado étnico. Unos cojines en tonos verde —y cómo no, las plantas— le dan un aspecto súper refrescante.

La interiorista Sylvia Preslar ha elegido estos sofás blancos enfrentados con asiento en capitoné que bien podrían presumir de su fantástico diseño. Pero no, prefieren dejar que la batuta del luminoso salón la lleven la mesa baja, las butacas de rejilla o el cojín florido que los adorna. ¡Su humildad les hace grandes!