El dormitorio es un espacio de desconexión que, por pequeño que sea, debe propiciar el descanso. Si tu dormitorio tiene pocos metros debes apostar por una base en tonos neutros, potenciar al máximo la entrada de luz y no llenar el espacio con demasiados muebles ni complementos. Cuanto más limpio se perciba el dormitorio, más relajante será.
La decoración te ofrece varios recursos para darle estilo a un dormitorio pequeño sin perder ni un cm ni abigarrar el espacio en exceso. Te lo decimos siempre: pequeño no equivale a sin gracia. Estas 4 ideas muy fáciles te ayudarán a subirlo al siguiente nivel.
Butaca de La Maison. Taburete y flexo de Sacum. Proyecto de Dröm Living.
1. Una cálida pared de madera que, además, ensancha el espacio
La pared del cabecero es tu aliada para llenar de estilo el dormitorio en pocos metros. Un recurso muy decorativo es revestirla con las mismas lamas de madera del parqué para llenarla de calidez y hasta modificar la percepción del espacio. En este proyecto de Dröm Living, por ejemplo, las lamas colocadas en horizontal ensanchan visualmente el dormitorio que, aunque tiene techos altos, es alargado y estrecho.
En un dormitorio con techos más bajos puedes colocar las lamas de madera en vertical para ganar en sensación de altura. O hasta dejarlo hasta media altura si no quieres que llegue hasta el techo.
Para enfatizar más la presencia de la madera se ha dejado la cama sin cabecero y se ha elegido una madera de roble en tono medio, que se alía con la luz y la calidez. Los armarios empotrados con frentes blancos y de líneas puras se funden con la decoración y no interfieren la entrada de luz. Y la ropa de cama, en tonos verde y arena, engama con el color de la madera, por un lado, y la naturaleza que entra por el ventanal, por otro.
Banqueta a pie de cama, estor de lino y cabecero diseño de Coton et Bois. Cuadros de Carolina Blue.
2. Un cabecero a medida que sirve para decorar y toques verdes
Si tienes un cabecero a medida para sacar el máximo partido al espacio, tienes un as en la manga, también, para llenar de estilo tu dormitorio. Su repisa es la mejor base para dar vida y un toque personal al dormitorio con láminas de inspiración botánica, jarrones con flores o libros.
Este proyecto de Asun Antó es buena prueba de ello, lo mismo de como los toques de verde y madera son un dúo infalible para dar calidez y un aire natural al dormitorio. La madera está presente en la repisa, el banco a pie de cama y el suelo. Y el verde, en las láminas botánicas, el tapizado del banco y la ropa de cama.
Los toques de verde son perfectos para decorar el dormitorio. Además de refrescar y dar un aire natural al espacio, el verde es un color relajante y calmado que propicia el descanso y te conecta con el exterior.
Cabecero de lino, mesita de noche y lámpara de pie, en La Maison. Papel pintado, en Gancedo.
3. Con un papel pintado floral y mucho lino
El papel pintado es infalible para dar estilo a un dormitorio pequeño con poco esfuerzo e inversión. Aquí los motivos florales del papel en verde agua son delicados y relajantes y combinan a la perfección con la madera y el cabecero entelado gris. Es el modelo Pure Fruit Grey Blue de Morris & Co, en Gancedo.
Lo bueno del papel pintado es que es fácil de instalar y que produce un gran cambio al instante. En el dormitorio, los estampados florales y vegetales son un clásico que nunca falla. Elígelo con motivos pequeños y una base clara para que no empequeñezca el espacio.
El papel hace destacar el cabecero entelado gris y los marcos dorados de las láminas de inspiración natural. Además, su tono verde agua queda muy bien con la ropa de cama y las cortinas de lino beige, que arrastran y ponen un toque muy elegante.
Cabecero y banco a medida, diseño de Marta Tobella. Estores de Ombra, en Sacum. Suelo de roble sintético.
4. Un banco a medida bajo la ventana para leer y guardar
Este dormitorio decorado por Marta Tobella de Sacum tiene dos grandes protagonistas. Por un lado, el cabecero hecho a medida con repisa y hornacinas integradas que llena de calidez el dormitorio al estar revestido con la misma madera que el parquet.
Y, por el otro, por el banco también a medida que aprovecha el espacio bajo la ventana y se convierte en un práctico rincón de lectura, un mirador privilegiado y, además, en una zona de almacenaje adicional. El banco se apoya en unos cajones extraíbles pensados para guardar los zapatos.
La colchoneta en beige y los cojines de rayas, en lino y con toques mostaza, se encargan de darle un aspecto más mullido y color a la vez que conectan el banco con los tonos de la ropa de cama. Todo está pensado para regalar mucha luz y calidez.