Gris clarito, vainilla y beis son igual de válidos, y algo más cálidos, que el color blanco para dotar a tu casa de luminosidad. Una buena opción es pintar paredes y techos en un tono tierra suave (llámalo crudo, topo, arena...), que, además de aportar calma, contribuirá a crear atmósferas atemporales y elegantes. Y como va bien con tonos contrastados, será un fondo perfecto para tapicerías verdes, azules, burdeos o chocolate.
Salón decorado por Sandra Vergara. Sofás, de Deco Lur Sofá. Mesa de centro, de Taller de las Indias. Butaca, de &Tradition. Banco, de Export Junk. Mesas auxiliares, de HK Living, en La Maison.