Sacar partido a la luz natural La luminosidad da vida a un espacio. Sentir la calidez y naturalidad de un buen rayo de sol o de esa luz colándose por la ventana invita a pausar el ritmo así que es una idea fácil de poner en práctica para que la casa se sienta en calma. Ventanas grandes, persianas levantadas, fuera cortinas o solo unas caídas ligeras. Sillas de Brucs. Crear una atmósfera sugerente al caer el sol Para que la casa respire calma, a última hora del día, cuando apetece desconectar, es importante que la iluminación sea la adecuada. El tono de la luz, cálido (blanco cálido hasta 300 lúmenes). La intensidad regulable para que puedas adaptarla al uso del espacio . Un truco: ilumina con varios puntos de luz. Las pantallas de trama ofrecen una proyección muy agradable y relajante. Apoya con una decoración con velas . Unificar los materiales en la decoración Cuando un espacio respira equilibrio, también infunde calma. Ese equilibrio debe llevar a un espacio decorado sin que nada destaque especialmente ni sobresalga. Para ello, utiliza los mismos materiales en todos los ambientes de la casa. Escoge tres materiales y úsalos repetidamente , que se note que son los principales. Decorar con una misma gama cromática Igual que la unidad en los materiales que uses para decorar, jugar con tonos muy similares, que se encuentren cerca en la rueda cromática y que sean neutros ( decorar en color arena ) , hará que la casa se sienta en calma. Los tonos neutros, luminosos y cálidos son perfectos. Crea una base muy similar y solo destaca después con detalles en cuero, negro o fibra, según el estilo que prefieras. Muebles de Santos, encimera de Neolith en MimDisseny, nevera de Smeg y lámparas de Jieldé. Optar por materiales con efecto natural Lo natural evoca naturaleza y esta tiene un poder relajante sobre nosotros. En un ambiente en calma, las referencias a la naturaleza están presentes. Y la manera de hacerlo es decorar con materiales que evoquen esa naturalidad con sus irregularidades . La madera no puede faltar, también la cerámica con efecto artesanal (baldosas que imitan piedra, barro, esmaltados…), las fibras naturales y el microcemento. Encimera y lavabo de microcemento, mueble de lavabo en madera de Fila y grifería de Grohe. Los apliques son de Sacum. Introducir formas orgánicas Las formas orgánicas son sinuosas y redondeadas. Evitan las aristas y los vértices. Con este truco, el ambiente se percibe menos rígid o (incluso, menos agresivo). Así se relaja la percepción del espacio y es una buena idea para invitar a la calma y al sosiego. Las formas redondeadas ayudarán a crear flujos de circulación cómodos que invitan a "pasar". Mesa diseñada por la decoradora Júlia Casals y realizada por I Make Objects. Silla en Casamitjana. Lámparas de techo en Punto Luz y cortinas confeccionadas con tela de La Maison. Separar por usos Otra idea fácil de poner en práctica para que la casa respire calma es la de crear orden. Y para ello es adecuado separar por usos los ambientes . De esta manera cada zona se vincula a un uso o servicio. Esto hace que se perciba la casa ordenada. Juega con la decoración, los materiales, las alfombras y la distribución para lograr ese límite imaginario. Mesa y sillas de Carl Hansen & Son, lámpara de Thonet Viena y alfombra de The Room Studio. Despejar el espacio (menos muebles y objetos decorativos) Nada de ir hacia el minimalismo, sino hacia la idea de usar solo lo necesario para decorar. Crear espacios despejados que se perciben como ordenados y, por tanto, producen calma y equilibrio. Por eso, despeja la estancia para disfrutar de la amplitud. Decora solo con los muebles necesarios y con los objetos que aportan (pero deshazte de demasiadas figuras). Sofá de obra, mesa de centro de Mercantic y alfombras y pufs de Miv Interiores. Ordenar (ten pocas cosas a la vista) Esta otra idea fácil de aplicar para que la casa respire calma y relacionada con el punto anterior es la de ordenar. Para ello, cuanto menos quede a la vista, mejor. Guardar en armarios con puertas, cajones, cajas y cestas . Eso hará que lo que se ve esté más organizado y sea más pulcro y limpio a la vista. De nuevo, esa ausencia de ruido visual, invita a la paz. Haz que reine el orden en casa . Mueble bajolavabo diseño de GCA. Pavimento y encimera de microcemento. Asientos mullidos, cojines, pufs… Otra idea que debes aplicar para que los espacios se sientan cómodos e inviten a relajarse es la de mullir las superficies . Los sofás y asientos abrazan a primera vista con cojines, respaldos y asientos confortables. Esos elementos textiles "blanditos" tienen el poder de sentir que te puedes relajar en ellos. Mesa de BoConcept, sillas y lámpara de esparto de Let's Pause y taburete de Sacum. Decorar con plantas En esa búsqueda de relación de los interiores más relajantes con la naturaleza no puede faltar la idea de decorar con plantas. Ese toque verde funciona cuando se busca crear una atmósfera en la que se respira calma . Imagina este baño sin ellas… ¡No sería lo mismo! Aquí, además, se une el poder evocador de un sillón colgante, una pieza muy vinculada al dolce far niente . Bañera exenta modelo Space de Hidrobox y grifería de Fantini Rubinetti. Aromatizar la casa No se ven pero se sienten. Los aromas son evocadores y hay fragancias que a cada uno nos hacen sentir bien. Busca la tuya (que puede variar según el momento o la estancia de la casa). Úsalas para aromatizar a través de sprays, ambientadores, velas aromáticas, esencias naturales … Algunos de los aromas que invitan a relajarse y calmarse son bergamota, camomila, lavanda, incienso o sándalo. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .