40 ideas estilosas para la pared del cabecero y que te quede como en la revista El Mueble

Los cuadros son un clásico que se reinventan y regresan temporada tras temporada sin perder un ápice de fuerza. Puedes incorporarlos en un cabecero tapizado para enmarcar la cama. Mejor en tonos neutros para asegurarte que no pasará de moda. En este ejemplo se combina muy bien con los cojines a rayas y el tapizado del asiento.

¿Hay algo más sofisticado que decorar la pared del cabecero con unas molduras? Píntalas siempre del mismo color de la pared para que se integren. La interiorista Natalia Zubizarreta se ha decantado por ellas en este dormitorio. Los rectángulos verticales y horizontales que forman ensalzan el cabecero tapizado en capitoné. Y además ha incorporado la iluminación en forma de apliques de cabezal orientable.

Se llevan los revestimientos de gran formato porque logran amplitud visual. La interiorista Begoña Susaeta los ha elegido para decorar la pared del cabecero y los ha prolongado hasta el techo. Así ha logrado darle al dormitorio un efecto de continuidad. ¿Quieres un truco? Colócalos en el sentido de la entrada de la luz y ganarás profundidad.

Si detrás de la cama se encuentra el armario o el vestidor, puedes aligerar el espacio construyendo una pared acristalada sobre el cabecero. En este dormitorio, el color blanco de las paredes y el rosa empolvado de la ropa de cama acentúa aún más la luminosidad de la estancia.

Si quieres que tu dormitorio se convierta en un espacio relajante, natural y estiloso, decora la pared del cabecero en un color verde empolvado y combínalo con la ropa de cama, los cojines... ¡y alguna que otra planta! En esta habitación, además, se colocó un espejo con marco de madera que duplica el espacio y aporta mucha luminosidad al reflejar la luz.

¿Cómo transformar en acogedor un sobrio cabecero tapizado? La interiorista Pía Capdevila nos da esta idea: revestirlo de lamas de madera hasta el techo. Dispuestas en vertical, además, harán que la pared gane altura. ¡Y consigues un cabecero original!

Si tu dormitorio no tiene mucho fondo, ¿cómo puedes decorar la pared del cabecero? Copia la espectacular idea que la interiorista Paula Duarte ha aplicado en este cuarto de similares características: realiza un cabecero a medida e intégralo en la pared con papel pintado. Este cabecero de rafia se ha enmarcado con una cuadrícula de madera y sobre él se ha dispuesto un papel de hojitas verdes. 

La sencillez prima en este dormitorio. La interiorista Asun Antó ha revestido la pared con unos simples listones de madera que la decoran y hacen las veces de cabecero.

Decorar con láminas la pared del cabecero es un excelente recurso para darle vida. Aquí, la interiorista Teresa Gutiérrez ha elegido nueve cuadritos de sardinas en blanco y negro que forman un rectángulo y dan la sensación de cuadro único. La ordenada composición casa la mar de bien con el coqueto cabecero de terciopelo rosa.

Fíjate en la idea tan coqueta que ha puesto en su dormitorio la interiorista Paula Duarte. Ha pintado la pared del cabecero en un tono gris que contrasta (y mucho) con el tapizado de lino beis. Y para rebajar ese muro frío y oscuro, se le ocurrió fijar una bonita composición de manteles individuales de fibra en tonos claros, lisos y estampados. ¡La calidez ya está asegurada!

Los cabeceros a medida con las mesillas integradas son tendencia. Si el tuyo es de este tipo, la interiorista Mercedes Pérez sugiere que lo acicales con cuadros apoyados en su repisa, de diferentes tamaños y formas pero que compartan la misma gama cromática. Aquí se han elegido tonos tierra, a juego con la ropa de cama. 

Un cabecero de terciopelo tapizado en capitoné se volverá mucho más presumido si eliges un original papel pintado que recubra su pared. Este de la imagen lleno de mariposas y pájaros revoloteando sobre los árboles hace que la naturaleza reviva en el interior del dormitorio.

Coqueto, elegante ¡y tan romántico! Si quieres que tu dormitorio tenga estas tres connotaciones, apunta la idea de la interiorista Fanny Iniesta: forrar la pared del cabecero con un mural espectacular. Este, a modo de paisaje, logra darle profundidad al cuarto, continuidad visual con el ambiente que se cuela por las ventanas y mucho glamur.

Si tu dormitorio es en suite y comparte espacio con el baño, toma nota de la idea súper fresca del interiorista Pablo González: revestir la pared del cabecero con el mismo papel pintado del baño y, como guinda, integrar en ella unos apliques ligeros con pantalla de fibra.

Los tonos azules y verdes son perfectos para llevarlos al dormitorio por su poder relajante. Aquí se ha pintado en verde agua la parte inferior del cabecero, a juego con los armarios del vestidor, creando un sugerente arrimadero. La zona superior se ha pintado de blanco con el fin de iluminar ambos espacios, cuarto y vestidor, gracias al hueco, a modo de ventana, practicado en la pared.

¿Quieres que tu dormitorio parezca más grande de lo que realmente es? Fija un espejo sobre la pared del cabecero y verás cómo se produce el milagro. Elige un modelo cuadrado de cuarterones o redondo, como este por el que se ha decantado la interiorista Marta Miquel. Las formas curvas imprimen dinamismo en una estancia donde las líneas rectas suelen imperar.

Si eres una auténtica fan de lo artesano y quieres darle un toque boho a tu dormitorio, te encantará la idea que apunta la interiorista Mireia Pla en este cuarto: decorar la pared del cabecero con un fantástico tapiz de macramé en un suave tono arena, natural y acogedor. ¿No te parece precioso?

En dormitorios poco espaciosos resulta práctico colocar un cabecero de obra, integrar las mesillas y fijar en la pared apliques que iluminen las lecturas norcturnas. Es lo que ha hecho aquí Marta Tobella y los ha acompañado con unos cuadros apoyados que comparten el mismo dúo cromático, en blanco y negro.

La interiorista Sònia Badia sugiere decorar la pared del cabecero con un espejo rectangular de cuarterones, un elemento de súper tendencia. ¡Y no puede ser más acertado! Ilumina y agranda la estancia por arte de magia.

Por último, te proponemos una idea que aúna estética y funcionalidad: combina un cabecero con estantes con papel pintado. Aquí se ha elegido uno de rayas. Puedes decorar las baldas con cestas de mimbre, yute o ratán para guardar todo aquello que necesites ocultar a la vista, mientras ganas un rincón supercálido y coqueto. ¿Nuestro consejo? Para no sobrecargar el ambiente, deja libres algunos estantes y decóralos con flores y plantas.

Si buscas una opción que combine calidez y un toque artesanal, decorar la pared del cabecero con fibras naturales es una excelente elección. Utilizar individuales de mimbre, yute o ratán, junto con bandejas redondas con asas de los mismos materiales, puede crear un look acogedor y orgánico. Estas piezas, dispuestas de manera asimétrica o en una composición armoniosa, aportan textura y una conexión con la naturaleza, ideal para quienes buscan un estilo bohemio o rústico. Las fibras naturales no solo añaden encanto a la estancia, sino que también generan una sensación de calma y serenidad en el espacio, haciendo del cabecero un elemento decorativo único. 

Los dormitorios juveniles necesitan una decoración más fresca, acorde a su edad. Deja que tus hijos expresen sus gustos y trabaja sobre sus ideas. En esta habitación con altillo, la interiorista Marta Tobella ha enmarcado la pared del cabecero con una sugerente composición de láminas de animales marinos en blanco y negro. Enmarcadas en madera le dan calidez y, agrupadas de dos en dos, sensación de orden. 

Con marco de madera o de metal, con acabado dorado... Los espejos tipo sol son y seguirán siendo tendencia, y una idea fabulosa para decorar con estilo y sencillez la pared del cabecero. ¡Apuesta segura!

Antes mencionábamos lo bonitos que quedan los espejos sobre la pared del cabecero, pero decorar con marcos de madera al desnudo también puede resultar de lo más original, sobre todo si apuestas por acabados decapados con espíritu artesanal.

Una manera elegante y moderna de decorar el cabecero es colocando una pieza grande de arte abstracto justo encima de la cama. Este tipo de obras, con sus formas y colores dinámicos, no solo aportan personalidad al espacio, sino que también pueden actuar como un punto focal que atrae la mirada. Este tipo de diseño es especialmente efectivo si deseas añadir un toque de sofisticación sin recargar el ambiente. Además, puedes jugar con la paleta de colores de la obra para complementar el resto de la decoración, creando una armonía visual que hace que el dormitorio luzca único y equilibrado. En este ejemplo, algunos de los detalles de la obra coinciden con la paleta elegida para los cojines, en tonalidades de amarillo mostaza.

¿Te privan las antigüedades? Date una vuelta por almonedas y mercadillos, seguro que encuentras alguna pieza para lucirla en tu dormitorio. En este, la interiorista Blanca Tey decoró la pared del cabecero con un tapiz envejecido que le da caché. ¡Mira cómo resalta sobre la pared blanca!

Si tu hija es una crack de la fotografía, sorpréndela decorando la pared del cabecero con unas divertidas guirnaldas que reúnan sus mejores instántaneas. Eso fue lo que hizo la interiorista Marta Prats en este dormitorio juvenil dándole un acertado toque informal. ¡Y además tiene un cabecero con almacenaje!

A veces un sencillo revestimiento es suficiente para decorar las paredes. La interiorista Gabriela Conde eligió unos listones de madera blancos en este dormitorio. Así logra darle ese aspecto tan reconfortante de cabaña country chic, muy estilo Los Hamptons. Además, el blanco absorbe toda la luz natural y la distribuye por todo el cuarto ampliando sus dimensiones.

Otra opción fabulosa para decorar la pared del cabecero (y aprovechando la llegada del verano), es elegir un papel pintado en color azul con motivos botánicos o marinos que nos recuerden a las vacaciones (sí, incluso cuando estemos en septiembre). ¿Los complementos ideales? Fibras naturales en cestas y alfombras, textiles frescos como el lino en plaids y cortinas, y estampados a rayas navy.

Que vivas en el centro de la ciudad no significa que no puedas disfrutar del mar cada mañana, y este dormitorio donde el cabecero ha sido coronado por un cuadro XL de inspiración marina, ¡así lo demuestra! Para potenciar el ambiente playero, las paredes se pintaron en blanco y los cojines se eligieron en distintos tonos turquesa.

Llegados a este punto, ya sabrás que disponer un espejo sobre el cabecero te ayuda a crear un dormitorio visualmente más amplio, pero lo que quizá no sabías, es que la composición quedaría igual de bonita con un par de espejos de distintos tamaños colocados uno junto a otro, aportando un toque de desenfado y frescura. 

¿Te apetece darle un cambio radical a la pared del cabecero? ¿Te encantan los estampados florales y los colores vivos? Pues no sigas buscando ideas, ¡porque esta te va a encantar! Se trata de un amplio cabecero entelado con flores en tonos rosas y mostazas, capaz de revivir hasta el más soso de los dormitorios.

La firma La Redoute Interieurs conquistó nuestros corazones con este dormitorio diseñado por Mónica Garrido para Casa Decor 2020, donde la pared del cabecero se revistió con un alucinante papel pintado con motivos de flora y fauna y cuarterones de color verde que actúan como una ventana que nos conecta directamente con el bosque. ¡Obra de arte total!

Muchas veces, las casas de los pueblos esconden auténticos tesoros que merecen ser rescatados. Uno de ellos son las típicas puertas antiguas que parecen albergar años de historia. En este dormitorio, por ejemplo, se utilizaron tal cual con la pintura decapada para concebir un cabecero sumamente especial.

¡Hay vida más allá de las bufandas! En efecto, el ganchillo se reinventa para crear piezas tan alucinantes como este cabecero en color natural que, además, decora la pared.

¿Notas que en tu dormitorio falta calidez? Una solución tan simple como resultona es revestir la pared del cabecero con láminas de madera.

Con cuarterones y un marco envejecido, este espejo de aires industriales que protagoniza la pared del cabecero es perfecto si lo que buscas es concebir un dormitorio con personalidad y un puntito de eclecticismo.

Entre el nórdico y el boho chic, este cabecero de obra se decoró con jarrones, libros e ilustraciones minimalistas. Su base en color blanco aporta mucha luz y calidez acompañada de cojines en tejidos naturales y tonos pálidos.

¿Buscas una solución rápida y sencilla para darle coquetería a la pared del cabecero? Lo tienes muy fácil: hazte con plantas. En función del espacio del que dispongas, podrás colocar más o menos en jarrones y macetas sobre el cabecero, y aprovechar también los huecos libres en las mesitas de noche.

Si tienes alma vintage y quieres que tu dormitorio te represente a la perfección, decora la pared del cabecero con una ilustración botánica de estilo envejecido con dibujos de flores y plantas. ¡Quedará precioso y rebosante de encanto!