No son muebles: este es el arma secreta de los decoradores para ganar espacio en el baño sin perder estilo

La gran apertura en forma de hornacina y la mampara con cuarterones en horizontal llenan de estilo y ensanchan la zona de ducha de este baño reformado por LEdesing4U. La hornacina, de unos 100 x 30 cm, pone un toque actual al baño a la vez que regala mucha superficie de apoyo a la ducha, en la que destacan la grifería y la mampara negras. El revestimiento es un porcelánico en color arena que da calidez y luz al baño. 

Este baño reformado por Zaga Arquitectura está concebido como un espacio para relajarse y desconectar. Tiene una espectacular bañera exenta enmarcada por una hornacina con la trasera revestida de madera. De esta manera, contrasta con el revestimiento de gran formato en gris y suma mucha calidez al baño. Su repisa es perfecta para tener los geles a mano y decorar con plantas. 

Este baño abierto al dormitorio tiene unas prácticas hornacinas junto al lavamanos. De este modo, la zona del tocador queda despejada y jabones y cremas están justo a donde se necesitan (y no por en medio). Para guardar jabones, ten en cuenta que la hornacina solo te restará unos 15 cm de fondo. Aquí el trío de hornacinas en vertical suma el triple de espacio y queda totalmente integrada al estar revestida con el mismo microcemento que paredes y techos. 

Pequeño, pero súper aprovechado, así es este baño compartido por tres hermanos que Marta Prats ha reformado. Envuelto de blanco, el baño parece más grande de lo que es, mide apenas 4 m². Además, la interiorista ha empotrado el inodoro para darle más ligereza y, encima de este, ha hecho lo propio con un armario alto de DM. Justo debajo, tienen tres mini hornacinas que quedan al alcance de los niños. El toque de color lo pone el suelo porcelánico, inspirado en las baldosas hidráulicas. En blanco y azul, el resultado no puede ser más fresco y luminoso.   

Semiencastrar la bañera en el suelo es un gran acierto cuando los metros no abundan, lo mismo que convertir el espacio entre el mueble del baño y la bañera en una práctica hornacina. Por su fondo, de unos 35-40 cm, es perfecta para guardar toallas justo donde se necesitan. La hornacina, de unos 50 x 30 cm, se ha revestido con el mismo porcelánico que suelos y paredes para fundirse con la decoración. 

Que una hornacina sea pequeña, no significa que no pueda llenarse de estilo ni de calidez. Así sucede en este baño infantil donde la hornacina se  revestido con el mismo roble del espejo y, además, cuenta con un punto de luz. Esta iluminación consigue que todas las miradas se dirijan hacia las hornacinas que, además de tener a mano cremas y geles, tiene una función más decorativa en este baño creado por Khaki Olive Studio. 

Abierta por ambos lados, esta ducha necesitaba un lugar para dejar los geles que no rompiera la estética natural de su revestimiento de piedra de basalto con tratamiento envejecido. La solución ha sido planificar una hornacina de 15 cm de fondo por debajo de la ventana. De este modo los geles están a mano, sin necesidad de recurrir a otro tipo de accesorio de baño.